“Quiere el poder en todas las instituciones, en los clubes de petanca o en los de ajedrez”, bromeó el exministro en un mítin en San Sebastián. Y es que según su planteamiento, los nacionalistas vascos quieren “borrar ese sentido de pertenencia a España” mientras se disfrazan de una “falsa moderación”, que puede despertar “algún día de manera radical”.

En este sentido, acusó al PSOE de ceder al PNV y haber alcanzado un acuerdo de Gobierno con ellos en esta última legislatura, al tiempo que mostró sus sospechas de que el PSOE volverá a apoyar al PNV si fuera preciso. Los nacionalistas “están en una fase para consolidar ese poder y pactará con quien sea”, sostuvo Alonso.

José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en funciones y quien arropó al candidato a lehendakari en el acto de hoy, también alertó del desafío separatista encabezado por Cataluña, y advirtió que mientras “de una crisis se sale, la disolución de España es absolutamente irreversible”.

Así, ambos centraron sus intervenciones en el independentismo y en el “desafío” que supone a los valores “europeos”. Para Margallo, el planteamiento secesionista se basa en una “utopía” que, en ningún caso, estaría contemplado por Naciones Unidas, dijo.

En su turno, Alonso subrayó que en País Vasco apenas existe un 19% de independentistas, y se debe, a su juicio, a que “el vasco es listo” y sabe que “fundamos España”. “Con la independencia dejaríamos de ser vascos”, aseguró, mientras añadió que “el PNV quiere borrar la historia” y “borrar las instituciones forales”.

El acto protagonizado por estos dos líderes políticos acabó entre aplausos de los asistentes mientras el candidato a lehendakari aseguró que “nosotros vamos a sonreír y vamos a ganar”, mientras recordó el “aburrimiento” de Íñigo Urkullu.