Argumenta que las corridas de toros son espectáculos "violentos" en los que el supuesto "arte" ampara la tortura de animales hasta su "sangrante muerte" con la única finalidad de divertir a los espectadores.

ERC relata la "preparación" de los toros para su lidia, encerrándolos a oscuras, provocándoles debilidad, dificultando su visión o generándoles incomodidad para finalmente salir a la plaza y encontrarse, de entrada, con un picador que a lomos de un caballo le clava una lanza en el lomo para iniciar su desangrado.

El toro, continúa, llega a perder hasta un 15% de su sangre y sufre el desgarro de tejidos además de la "humillación" de tener que bajar la cabeza por no poder sostenerla, lo cual facilita la posterior introducción de las banderillas y el estoque.

Con ello, prosigue ERC, se reduce además el riesgo de cogida por el dolor que sufre el toro al subir la cabeza. "Habitualmente, y pese a la prohibición del Reglamento taurino, el picador 'barrena' con la vara, como si fuera un sacacorchos, para profundizar la herida", denuncia.

Recuerda, además, que los caballos suelen resultar heridos durante ese tercio de lidia aunque las lesiones quedan tapadas por el peto, y de hecho no sobreviven a varias corridas.

Después, las banderillas siguen desgarrando tejidos y garantizando la constante hemorragia del animal, y cuando está prácticamente exhausto llega el mayor "lucimiento" del torero al atravesarle una espada de 80 centímetros. Con el estoque dentro, el movimiento del tórax agudiza los daños, por lo que el torero mueve el capote de un lado a otro en el conocido "mareo". Si no muere entre vómitos de sangre, se le apuñala con el descabello, rematado con una cuchilla de 10 centímetros con tope, y finalmente con una puntilla para seccionarle la médula espinal, lo cual le paraliza y le provoca la muerte ahogado en sangre al no poder respirar. A veces sigue vivo cuando se le cortan las orejas o el rabo o mientras es arrastrado fuera del coso.

ERC considera que una sociedad democrática y pacífica basada en valores de respeto, tolerancia y no violencia no puede permitir ni tolerar la tortura y muerte de animales como espectáculo.

500 MILLONES AL AÑO

En una de las iniciativas, ERC se remite a datos de la Fundación Altarriba que estiman en unos 500 millones de euros al año los recursos públicos que recibe la tauromaquia en todos sus ámbitos, y recuerda que esas subvenciones han sido cuestionadas por el Parlamento Europeo y son las que "sostienen" un negocio rechazado por la inmensa mayoría de la sociedad.

A la espera de la abolición definitiva de la tauromaquia, ERC pide prohibir toda ayuda pública a los festejos taurinos, así como la tortura y la muerte del animal durante los mismos y la participación de caballos.

Reclama que los asuntos taurinos salgan del organigrama del Ministerio de Cultura, la derogación de la ley que regula la tauromaquia como patrimonio cultural y que la RAE revise las definiciones en las que se describe como "arte" o "fiesta".

En otra iniciativa, pide que se suprima la categoría de trabajadores taurinos del régimen especial de jubilación anticipada por entender que su actividad no se corresponde con los demás casos, como mineros o los marinos, que desempeñan un trabajo "importante para la sociedad" expuestos a peligros o situaciones nocivas.

"Sacrificar a un animal en un espectáculo público no parece asociarse a ningún avance cultural contemporáneo así como tampoco parece que en el desempeño de sus labores, los trabajadores taurinos estén desempeñando un trabajo importante para la sociedad como sí lo pueden estar realizando los trabajadores ferroviarios, de la minería o del mar", dice ERC, y menos aún cuando algunos sectores, como el de los deportistas de élite, no dispone de ningún régimen especial a pesar de que su vida profesional es especialmente corta.

Otra de las iniciativas de ERC reclama que la televisión pública deje de emitir corridas de toros en horario infantil por ser una "apología televisada de la tortura, el sufrimiento y el maltrato animal", y fomentar en su lugar la programación de contenidos educativos acerca del respeto a los animales y a la biodiversidad.

Recuerda, en ese sentido, que la ONU, a través del Comité de Derechos del Niño, ha pedido a la comunidad internacional que proteja a los niños y adolescentes de la "violencia" física y emocional que supone la tauromaquia.