Madrid. La capital tendrá un nuevo parque singular en una zona de interés geológico de Vicálvaro
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La ciudad de Madrid contará con un nuevo parque singular con 137 hectáreas de superficie en el Cerro de la Herradura, un terreno actualmente sin uso incluido en el Catálogo de Espacios Naturales del Plan General por su interés geológico que está situado en el borde Este del barrio de Los Cerros, junto a las vegas bajas de los ríos Jarama y Manzanares, en el distrito de Vicálvaro.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó este jueves un Plan Especial que mantiene la topografía y el carácter de espacio natural, y potencia los usos vinculados a la naturaleza, deportivos y de ocio. Para ello, se crearán sendas peatonales y ciclistas, miradores, y zonas de descanso, recreativas y didácticas.
Según informó el Consistorio, se trata de crear un gran parque metropolitano que conecte el Parque Regional del Sureste y las zonas verdes de la ciudad, a través de los corredores medioambientales proyectados en los desarrollos del sureste.
El Plan Especial incluye también la ordenación de las zonas verdes colindantes con el Cerro de la Herradura para darles un tratamiento homogéneo, y también la red viaria y conexiones del entorno sobre las que se proyectan barreras vegetales de protección, de manera que la superficie total que ordena el plan es de de 1.571.757 metros cuadrados.
El parque contará con nueve miradores ligados a los enclaves más significativos, desde donde contemplar el Parque Regional del Sureste, la sierra de Madrid y los municipios próximos. Serán lugares de encuentro, descanso y aulas didácticas al aire libre, y tendrán alumbrado, sombra, asientos, pérgolas, mesas, graderíos, fuentes de agua potable y paneles didácticos.
El Cerro de la Herradura alterna la topografía formada por cuestas, laderas y barrancos compuestos por yesos, arcillas y piedras calizas, situados hacia el valle fluvial, con terrenos llanos y alomados ubicados en la zona oeste, más cercana al área residencial, y con una vegetación retamares y encinas.
El documento prevé la regeneración de zonas degradadas; la protección de valores geológicos, geomorfológicos y de los yacimientos arqueológicos; una gestión sostenible del agua, introduciendo especies vegetales autóctonas con bajos requerimientos hídricos; y el mantenimiento de los cauces y arroyos existentes.
(SERVIMEDIA)
11 Mar 2010
NLV/gja