Manuel Asín, miembro de la Academia Española de Dermatología y Veneorología, explicó este viernes a Servimedia que los maquillajes artísticos que se utilizan para pintarse en eventos festivos como el Carnaval no están testados dermatológicamente y que, por tanto, lo conveniente es llevarlos el menor tiempo posible y eliminarlos completamente cuando hayan cumplido su cometido.

En cualquier caso, aclaró el especialista, este tipo de productos son siempre más perjudiciales en la cara que en el cuerpo, “más resistente”, por lo que ha de tenerse especial prudencia con la pintura del rostro, sobre todo si hay problemas dermatológicos como acné o eccema.

Además, añadió, si se sabe que no se tolera la bisutería, es mejor no utilizar colores azules y negros, ya que contienen cobalto y el cobalto produce una reacción cruzada con el níquel, presente en la bisutería. Tampoco es conveniente pintarse de rojo si la alergia es al mercurio, puesto que se encuentra en los tintes de este color.

Y si, en general, se tiene la piel muy sensible, añadió el experto, “es mejor utilizar una máscara”, para no exponer al rostro a amenazas innecesarias como las de los maquillajes artísticos, “muy oclusivos”.

LENTILLAS

Por su parte, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas advierte de que las lentillas cosméticas adquiridas fuera de los establecimientos sanitarios de óptica pueden provocar lesiones oculares.

En la misma línea alerta la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, que señala que la adquisición de las lentes de contacto cosméticas en bazares, centros de belleza, tiendas de disfraces, etcétera, o bien a través de Internet, puede tener consecuencias graves para la salud ocular.

Y aunque las lentes cosméticas se lleven durante periodos cortos de tiempo, deben seguirse las mismas recomendaciones que con las de contacto correctoras, es decir, adquirirse y adaptarse en una óptica.

Pueden provocar, si no cumplen los estándares de calidad, la sensación de sequedad y arenilla en los ojos, enrojecimiento ocular, irritación e incluso dolor al retirar la lente.

Otros riesgos asociados con un uso inadecuado incluyen, finalizan los ópticos, conjuntivitis, inflamación corneal, reacciones alérgicas y abrasión corneal.