España apoyará “preferiblemente” a una mujer al frente de la Secretaría General de la ONU

MADRID
SERVIMEDIA

España tiene previsto favorecer las candidaturas de mujeres y fomentar las audiencias a los candidatos a convertirse en nuevo secretario general de Naciones Unidas en sustitución del surcoreano Ban Ki-moon, cuyo segundo y último mandato expira el 31 de diciembre de este año.

El proceso de elección del noveno secretario general de la ONU va a ser diferente al de los anteriores, ya que estará más abierto a la participación e influencia del conjunto de la “membresía”, según confirmaron a Servimedia fuentes diplomáticas.

De este modo, España ha mostrado su compromiso de incrementar en la medida de lo posible la transparencia del proceso de selección de los candidatos por parte del Consejo de Seguridad, en línea con la resolución 69/321 de la Asamblea General de septiembre de 2014, que establece promover una distribución geográfica equitativa basada en el equilibrio de género.

Por ello, España tiene como objetivo en este proceso de selección poder elegir al mejor candidato, “preferiblemente” una mujer.

Europa del Este es la única de las seis regiones en las que se dividen las zonas de influencia de Naciones Unidas que no ha contado con un secretario general. Por esa razón, todo hace indicar que el próximo dirigente de esta organización procederá de este lugar.

Entre las favoritas a ocupar el cargo se encuentra la búlgara Kristalina Georgieva, que actualmente es vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Programación Financiera y Presupuestos.

Se da la circunstancia de que en esta ocasión España, que no tiene previsto presentar candidata a la Secretaría General de Naciones Unidas, formará parte del comité de selección de los candidatos. En ese sentido, abogará por fomentar las audiencias de las personas que aspiren a ocupar el cargo de secretario general de la ONU en un procedimiento todavía por determinar.

OBJETIVOS 2016

España disfruta en 2016 de su segundo año como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones unidas. De hecho, en diciembre ocupará por segunda vez la presidencia rotatoria del mismo, después de su primera experiencia en octubre de 2015.

España apostará durante la segunda mitad de su servicio en este órgano por hacer de la mediación una de las señas de identidad de su política exterior, especialmente en el Mediterráneo.

También apoyará las labores de mediación de la ONU ante las amenazas que se ciernen sobre la paz y seguridad internacional, con especial atención al proceso de paz de Oriente Medio, Siria y Libia.

En esta labor de diplomacia preventiva, España fomentará la perspectiva “responsabilidad de proteger” en el seno del Consejo de Seguridad, poniendo énfasis en la inclusión de la perspectiva de género en esos esfuerzos de prevención. Por todo ello, animará a que las presidencias se prodiguen más en contactos directos con responsables políticos de países en situación de riesgo para la paz.

El Sahel constituirá una región prioritaria para España, ya que en ella se ponen en práctica algunas de las principales prioridades de su actuación en el Consejo de Seguridad de la ONU: el terrorismo yihadista, el crimen organizado, el cambio climático y el agua como factores que inciden en la paz y la seguridad, el tráfico de armas, la violencia sexual y la escasa participación de la mujer.

Libia, Sahara Occidental, el conflicto israelo-palestino, Ucrania, los conflictos en Sudán y Sudán del Sur, Somalia, República Democrática del Congo, Siria, Burundi, Haití y Colombia serán otros ámbitos de actuación de España.

MUJERES, PAZ Y SEGURIDAD

Por otro lado, participará activamente en el desarrollo de la Resolución 2242, sobre Mujeres, Paz y Seguridad, en particular en lo relacionado con el ámbito humanitario y de lucha contra el terrorismo, llegando a copresidir un grupo informal de expertos en la materia con el Reino Unido.

España también trabajará por la adopción de una resolución, durante su presidencia del mes de diciembre, que desarrolle y renueve la Resolución 1540 para evitar la proliferación de armas nucleares, químicas y biológicas, que incluye la lucha contra nuevas amenazas en este campo.

Los trabajos del Comité 1737 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, encargado de la vigilancia de las sanciones a Irán, cuya presidencia ha ejercido España hasta la fecha, han concluido.

A partir de ahora, España será "facilitadora" de las funciones que la resolución 2231 encomienda al Consejo en relación con el cumplimiento y la verificación de los compromisos de Irán sobre su programa nuclear.

(SERVIMEDIA)
02 Feb 2016
MST/gja