En la rueda de prensa posterior a la reunión del grupo municipal, Villacís se declaró “muy satisfecha” de que el pleno del pasado miércoles aprobara, a propuesta de Ciudadanos, que algunas de las calles con nombres de personajes o motivos franquistas se vayan a rebautizar dedicándolas a víctimas del terrorismo, y una también al exalcalde de Madrid Melchor Rodríguez, último de la Segunda República en 1939 y que tres años antes detuvo las ejecuciones de Paracuellos.

Sin embargo, también cuestionó la adjudicación directa a la Cátedra de la Memoria Histórica de la Universidad Complutense del inventario de calles a reautizar, porque “debería haber pedido tres ofertas” presupuestaria antes de concederla. “Uno empieza por la memoria histórica y acaba en Gürtel”, denunció, en referencia al hecho de que esa trama de corrupción se adjudicara muchos contratos gracias al troceamiento en cantidades menores de 18.000 euros que hacían las administraciones.

Villacís también criticó al Gobierno municipal por otros aspectos: en primer lugar, que haya adoptado “las malas prácticas de la vieja política quitando a unos para poner a los suyos”, el último de los cuales sería Eduardo Garzón, hermano del líder de IU-Unidad Popular, contratado como asesor y de quien también preguntó si se le había valorado junto a otros candidatos.

En segundo lugar, por reivindicar haber bajado la deuda municipal en 2015, cuando ha sido ejecutando un presupuesto aprobado por el Gobierno de Ana Botella, y, en último término, los ciudadanos con sus impuestos y unos servicios públicos de mala calidad. Según dijo, la herencia recibida se asume o se discute “para mal y para bien”.

Finalmente, la portavoz de C’s se refirió a la reforma de la plaza de España, que comenzará con un cuestionario que se ha puesto a disposición de los madrileños para que lo rellenen en papel o por internet; una encuesta cuyos resultados pondrán las bases del concurso internacional de ideas que elegirá el proyecto sobre el que se ejecutará dicha remodelación.

Villacís quiso saber cuánto va a costar y quién va a pagarlo, puesto que las actuales ordenanzas no excluyen la posibilidad de que lo hagan los propios vecinos, tanto más cuanto que el Grupo Wanda, que iba a financiar parte de la reforma si se le permitía reformar a su gusto el Edificio España, “si no está desapareciendo, está desaparecido”.

Por último, criticó el citado cuestionario insinuando que está elaborado para servir a los propósitos de Ahora Madrid, y puso como ejemplo el que la pregunta sobre qué actividades creen los ciudadanos que deberían limitarse en la reforma de la plaza incluye la opción del tráfico rodado, pero no contempla la respuesta “ninguna”.