En rueda de prensa tras la reunión del Grupo Municipal Popular, Aguirre enumeró entre los informes que han pedido y no se les han facilitado el contrato del exdecano del Colegio de Arquitectos Ricardo Aroca cuyo informe impuso al Grupo Wanda la obligación de mantener la fachada del Edificio España.

También el que debería justificar la asignación a la Cátedra de Memoria Histórica del inventario de calles de nombres franquistas que habría que cambiar, como si fuera la única posible candidata, en lugar de haber pedido tres presupuestos diferentes.

Igualmente, Aguirre exigió conocer cómo se ha gastado las subvenciones la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, cómo se han contratado los 450 barrenderos nuevos que el Ayuntamiento dice haber conseguido, y que se publiquen las agendas de los concejale.

Por último, aseguró que no se le han proporcionado informes que justifiquen lo que calificó de ”arboricidio”, pues el Ayuntamiento opta por talar árboles, “la solución fácil”, en lugar de podarlos uno a uno, y, además, incumple la Ley del Árbol autonómica al no plantar uno nuevo por cada año que tuviera el talado.

En cuanto al “nepotismo”, lo ejemplificó con el nombramiento en Economía y Hacienda de Samuel Romero Aporta al frente de la empresa Madrid Calle 30; el de Luis Maestre, padre de la portavoz municipal, Rita Maestre, como subdirector, y la contratación como asesor de Eduardo Garzón, hermano del líder de IU-Unidad Popular y redactor del programa electoral de ésta.

Además, se atrevió a vaticinar que el concurso para designar al nuevo director del Teatro Español lo ganará Fernando Sánchez Cabezudo.

“Están utilizando el Ayuntamiento para sus propios intereses, y eso es politizarlo, ideologizarlo, no gestionar debidamente los intereses de los madrileños”, denunció, culpando expresamente a la alcaldesa, Manuela Carmena. “No encajan los que no son parientes o de extrema izquierda”, aseguró.