Lo hizo en su intervención de cierre de la comparecencia de la alcaldesa, Manuela Carmena, en el pleno municipal de enero, una comparecencia dedicada a exponer sus medidas de limpieza y que solicitó el grupo municipal del PP, cuya portavoz, Esperanza Aguirre, abrió los turnos de intervenciones diciendo que el nivel de deterioro de la limpieza de Madrid es “escandaloso”, a nivel de higiene y para el turismo.

Aguirre admitió que la obligada austeridad obligó al Gobierno municipal anterior a reducir el presupuesto, pero subrayó que “la crisis va pasando” y sugirió que “podíamos haber hecho un esfuerzo en limpieza”, como defendieron todos los partidos en sus programas electorales.

Recordó a Carmena que prometió limpiar Madrid en tres meses y luego que los ERTE habían terminado, y que el delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, se jactó de no querer gestionar bien el sistema “sino derribarlo”, palabras que instó a Carmena a convalidar o desautorizar.

Dijo que la limpieza en Madrid tiene arreglo y presumió de sus medidas cuando era presidenta de la Comunidad, y aseguró que sí se pueden cambiar los contratos asignando a limpieza la recogida de los puntos limpios o bien ampliando la de los comercios ahora que también abren los fines de semana.

Por último, recriminó a Carmena haberse quejado de que el poder judicial y el mediático dificultan su gestión, cuando para ella son dos pilares de la democracia.

Carmena comenzó contestando a estas afirmaciones de Aguirre aunque en principio su comparecencia era por la limpieza.

Desmintió haber acusado al poder judicial, del que ella procede, de ser un poder en la sombra, pero sí reconoció que las informaciones que dan los medios de lo que dice no se corresponden con lo que ella ha dicho.

Sobre la limpieza, constató que las empresas de limpieza le dijeron que con el actual presupuesto no se podía cumplir el servicio, y dijo que en una inspección sorpresa descubrió que apenas había 2.000 barrenderos limpiando.

Aseguró que se abordó la resolución de los contratos y a partir de ahí se presionó a las empresas y se negoció el levantamiento de los ERTE. También subrayó la importancia de la campaña para que no se ensucie, en lugar de tener que limpiar.

Carmena reconoció que pensaba que en diciembre se iba a llegar a una buena situación, aunque los contratos integrales no prevén un aumento de personal por la caída de la hoja, y admitió que eso no fue así, si bien considera que gracias a los dispositivos adicionales como el Selur han permitido superar la situación.

"LO COMIDO POR LO SERVIDO"

Desde Ciudadanos, Sergio Brabezo recriminó a Ahora Madrid y el PSOE haber tumbado en el pleno una propuesta de su grupo para estudiar la viabilidad de los contratos de limpieza e incluso llegar a resolverlos.

Aunque admitió la culpa que tiene la herencia recibida del PP, identificó el aumento de presupuesto para 2016 con el incremento de multas a las empresas, con lo cual “lo comido por lo servido”, y volvió a recriminar la falta de barrenderos en la calle pese a ensalzar la labor de la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés.

La portavoz del PSOE, Purificación Causapié, habló de “un estado crónico de suciedad” desde la entrada en vigor del contrato integral de limpieza a mediados de 2013, con “un recorte brutal de trabajadores”, por lo que hizo extensiva la responsabilidad del PP hasta 2021, cuando expira dicho contrato, que dio “carta blanca” a las empresas para actuar “discrecionalmente” con indicadores de calidad farragosos que conducen a la “impunidad”. También recriminó al anterior Gobierno municipal que presupuestara más dinero para los distritos ricos que para los pobres.

Ya centrada en el actual equipo de gobierno, le alabó haber acabado con los ERTE , las campañas de concienciación y los recursos excepcionales como el Selur, pero reconoció que para ella esto “no es suficiente”.

Causapié dijo que “esta situación tiene que acabar” y los madrileños no pueden ser rehenes, pero abogó por “acuerdos y pactos con las empresas” en lugar de rescindir los contratos, los cuales propuso solamente “auditar”.

APOYO DEL PSOE

Y terminó prometiendo apoyo al Gobierno municipal en esas negociaciones para demostrar a las empresas que Ahora Madrid y el PSOE están “juntos”.

Sabanés cerró la comparecencia reprochando al PP que utilizara la ocasión para presentar su última “campañita”, que atribuyó a la necesidad de Aguirre de “distraer la atención” cuando a los populares les arrecian los procesos judiciales. Culpó a este partido de haber creado la situación que ahora Ahora Madrid tiene que gestionar y terminó informando de que la empresa Valoriza, la única que no lo había hecho hasta ahora, también va a retirar su ERTE, por lo que se consuma que habrá 500 barrenderos más por dicha supresión más 115 nuevas contrataciones.

La delegada, que reconoció que no vale con la supresión de los ERTE pero que ésta es condición sine qua non, justificó que con los contratos en vigor es muy difícil incorporar nuevos servicios como los que había sugerido Aguirre.

Por último, acusó al PP de “irresponsabilidad” por haber dejado al libre albedrío de las empresas el número de trabajadores que pueden poner en las calles, y reconoció que habrá que estudiar el mantenimiento de los contratos integrales, como apuntaron PSOE y C’s.