Gobierno y PP avalan que Rajoy evite una "farsa" de investidura de la que saldría "destrozado"
- Los populares encontraron en la propuesta de Iglesias a Sánchez “la excusa” para no presentarse al debate
- Génova traslada "la presión" al líder socialista a la espera de "un cisma" en Ferraz
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El Gobierno en funciones y el Partido Popular justificaron este sábado la decisión de Mariano Rajoy de declinar la oferta del rey Felipe VI para presentarse el primero al debate de investidura porque consideran, entre otras razones, que hubiera sido “una farsa” y “un teatro” del que habría salido "destrozado".
Todos los altos cargos del Gobierno y del PP consultados por Servimedia cierran filas en torno a la “buena jugada” con la que Rajoy reaccionó el viernes a la oferta que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, lanzó al líder del PSOE, Pedro Sánchez, para formar un Gobierno de coalición.
Durante toda la semana en la que el Rey celebró la ronda de consultas con los diferentes líderes políticos, se produjo un “fuerte” debate interno en la sede popular de la madrileña calle Génova y en el Gobierno sobre la idoneidad de que Rajoy se presentara a la investidura.
Hay quien reconocía desde un primer momento que la segunda ronda de consultas del Jefe del Estado se podía hacer “sin necesidad de pedir a Rajoy que hiciera algo absurdo” como presentarse a un debate que sabía perdido de antemano porque sólo serviría para satisfacción "de la izquierda radical y de los independentistas”.
“Si se hubiera presentado, aparte de perder el debate, le hubieran destrozado”, avisa un líder regional poniendo voz a las advertencias de muchos en los últimos días. Sin embargo, en la dirección nacional eran conscientes de la debilidad que hubiera denotado renunciar sin más y de manera permanente a presentarse a la investidura para dar paso a Sánchez.
Desde la cúpula del PP se justifica aún más al apuntar que declinar la investidura "no es sólo para evitar un escarnio" y que aceptar la propuesta del Rey sabiendo que el resto de los partidos están en contra hubiera significado protagonizar "un fraude y un teatro”.
Estas fuentes subrayan que “la investidura es para formar gobiernos” y no para “votaciones fallidas” con el objetivo de que comiencen a contar “los plazos” de dos meses que deben transcurrir desde la primera votación para que se repitan las elecciones.
"UNA CARTA DE LA MANGA"
Aunque esta estrategia se había estudiado durante toda la semana, la decisión final se advirtió como solución perfecta la misma mañana del viernes, al observar el movimiento -que reconocen inteligente- de Pablo Iglesias para ofrecerse como vicepresidente de Pedro Sánchez.
“Todo se rompió con la oferta de Iglesias y la reacción del PSOE”, admiten los populares, quienes en privado explican que “todo cambió” en ese momento porque Rajoy encontró “la excusa” para no someterse a un trance en el que tenía más cosas que perder que ganar.
El líder del PP encontró la oportunidad de declinar la investidura con el argumento de que no podía ir a un debate mientras “otros” ya estaban repartiéndose el Gobierno. Necesitaba más tiempo y, de esta forma, coinciden todas las fuentes consultadas, pasó a Sánchez la pelota.
“No podía hacer nada y se ha sacado una carta de la manga para no caer en ese round”; “es una buena jugada porque Rajoy no tenía nada que perder y consigue meterle toda la presión a Sánchez”; “no le quedaba ningún margen de maniobra después de la oferta de Iglesias”.
Éstas son algunas de las conclusiones que sacan ministros y dirigentes populares tras la renuncia temporal del candidato del PP. “Rajoy no se somete así a la primera quema”, respira tranquilo otro dirigente del PP sondeado por Servimedia.
"LE HUMILLA HASTA LAS CEJAS"
Los populares cierran filas en torno a Rajoy porque admiten que el PP, sin retirarse de la carrera, gana un tiempo que se convierte, automáticamente, en “más presión” externa para Sánchez, además de la que ya tiene "internamente".
Nadie en el PP pasa por alto una fecha que Rajoy ha marcado en su calendario y que puede forzar esa ansiada abstención a su investidura: el 30 de enero, cuando previsiblemente debe celebrarse el Comité Federal del PSOE para hablar de los posibles pactos de gobierno.
“Si Sánchez quiere jugar que lo haga en serio, ahora ya no se puede ir de farol”, apunta otro dirigente popular ante el sentir general de que -como apuntaron algunos cargos socialistas- la oferta de Podemos “humilla” a los de Ferraz. “La propuesta de Iglesias humilla a Sánchez hasta las cejas”, sentencia mucho más duro otro responsable autonómico del PP.
En Génova insisten en que, con la nueva ronda de contactos que arranca el miércoles, hay margen para un “cisma” en Ferraz por las diferencias entre Sánchez y sus barones, encabezados por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. También apuntan que les benefician unos días en los que se “genere opinión mediática” sobre las consecuencias de un posible pacto de Gobierno de PSOE y Podemos.
(SERVIMEDIA)
23 Ene 2016
IRG/PAI/man