En declaraciones a Servimedia, los tres ex deportistas coincidieron en que esta presunta instrumentalización es el mayor reproche que cabe hacerle a Laporta. Craioveanu denunció que "se utilice el escudo del Barcelona, el equipo que posiblemente mejor juega al fútbol en el mundo, para los fines políticos de una persona", y aseguró que "el 99%" de los socios y simpatizantes del Barcelona "no lo aprueba" y "no lo entiende".

"Tú te retiras del fútbol y allá tú, pero mientras estés de presidente del Barça tienes que dedicarte al Barça, no a tus fines políticos", sentenció, imaginando que Laporta "ya habrá hecho suficientes amistades" desde el club "para aprovecharlas luego".

Igualmente, Abel Antón le reprochó que intente "el salto por la popularidad que da un club de fútbol", y añadió que "cuando se vaya del club, que haga lo que quiera, pero ahora está haciendo mucho daño al F. C. Barcelona y sobre todo a todos sus socios y simpatizantes". Extremando la opinión de Craioveanu, piensa que éstos "no lo quieren ni ver". Por ello, el ex atleta vaticinó que, si se presentara a unas elecciones, sacaría "muy poquitos votos".

Este pronóstico lo comparte Martín Perdiguero, a quien también le parece "un poco feo" que Laporta "esté intentando darse a conocer a nivel personal" aprovechando "el tiempo que le queda" como presidente del Barça.

"Creo que Laporta se va a dar un hostión impresionante", auguró, "porque ahora es el presidente de un gran club y todo el mundo le conoce y le apoya; pero, una vez que deje de serlo, se va a dar cuenta de que no es nadie, simplemente un tío con pasta. A nivel político, o se mete en un partido grande que no le va a dar un buen puesto, o se va a dar cuenta de que se equivoca".

DEPORTE Y POLÍTICA

Como principio, el ex ciclista no ve mal que un personaje vinculado al deporte se meta en política. En su opinión, ambos temas "se pueden mezclar, porque cada ciudadano es libre de hacer lo que quiera con su opinión. Todos los ciudadanos somos políticos, todos tenemos derecho a votar y a opinar", insistió. Por el contrario, Antón y Craioveanu delimitan las pretensiones políticas de los deportistas.

Para el ex bicampeón mundial de maratón, "el deportista de élite no piensa tanto en partidos, sino en cómo potenciar el deporte, y es lo que han intentado todos los que se han dedicado a la política después de su actividad deportiva". Sin embargo, a su juicio Laporta "lo que busca es poder político, tiene otras miras mucho más altas, no quiere ser conseller de Deportes sino presidente de la Generalitat". "A mí me parece bien que un dirigente deportivo pueda hacer luego labores políticas a nivel deportivo, pero yo creo que él lo que quiere es algo totalmente diferente", observó.

Por su parte, Craioveanu precisó que él es "apolítico" y sólo se presentó como independiente en la lista del PP para la concejalía de Deportes, para "devolver un poco el cariño" que le dio la gente de Getafe.

Por lo demás, "la política con el deporte no pega y no pegará nunca en la historia, porque son dos cosas muy diferentes". "Yo no he visto nunca a un gran futbolista ni a un gran deportista haciendo algo en política", apuntaló.

BARÇA Y NACIONALISMO

Los tres ex deportistas criticaron también la tradicional identificación del club azulgrana con el nacionalismo catalán, de la que es heredero Laporta. Abel Antón abogó por "desvincular totalmente al F. C. Barcelona de la política, porque no es bueno para un gran club, que tiene una gran afición a nivel nacional y mundial", mientras que Craioveanu corroboró esta opinión aportando su testimonio como ex jugador de la Real Sociedad, donde "la Real era una cosa y la política otra", y no vio a los presidentes que tuvo "metiéndose en estos temas".

Por último, Martín Perdiguero reivindicó otra filiación nacional: "El Barça es español, por mucho que algunos se empeñen o se quieran independizar, y la gente quiere ver a Xavi, Puyol e Iniesta jugando con la selección española". Por todo ello, a su parecer, "cuando un presidente dice esas barbaridades hace daño a su club".