20-D. Rajoy y Rivera acaparan los incidentes en la calle

MADRID
SERVIMEDIA

La agresión al presidente del Gobierno y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, fue el incidente más grave que ha tenido lugar en los actos callejeros de la campaña electoral que termina hoy, pero no ha sido el único. El presidente y candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, ha sufrido la mayoría.

Aunque, sin duda, una de las imágenes de la campaña que concluye es el puñetazo que Rajoy recibió de un joven de 17 años mientras paseaba por Pontevedra, el candidato del PP tuvo que escuchar en Palma de Mallorca que unos vecinos le gritaran un "fuera".

Pero esa crítica, a la entrada de un mercado municipal, quedó neutralizada al instante por los simpatizantes del PP al grito de "¡Presidente!" y contrastó con los muchos insultos que, por las mismas calles, recibió Rajoy en la campaña de las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Rajoy ha paseado por muchos pueblos y ciudades de pequeño y mediano tamaño e incluso ha enseñado a muchos vecinos a hacerse 'selfies', ha encendido el alumbrado navideño, ha recibido varios décimos de lotería de regalo, se ha fotografiado con 'hipsters', ha escuchado cómo le cantaban villancicos, ha comido una paella 'sin gambas' (porque es alérgico) y yemas de Santa Teresa y ha bebido sidra bien escanciada.

En Cangas de Onís (Asturias) los trabajadores de una residencia de ancianos le cantaron a Rajoy el 'Adiós con el corazón', además del 'Asturias, patria querida'.

ACTIVISTAS

Pero la mayoría del resto de incidentes los sufrió el presidente y candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, quien tuvo que lidiar varias veces con activistas que aprovecharon sus paseos o sus mítines al aire libre para hacerle llegar sus protestas y demandas.

El martes 8, por la mañana, en Cádiz, extrabajadores de Delphi le pidieron que atendiera sus demandas ocho años después del cierre de la planta gaditana. Rivera tuvo un encontronazo con ellos al decirles que este tema no tenía nada que ver con ellos y recriminar a uno de los activistas que le hubiera puesto una mano encima.

Al día siguiente, en Granada, activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca se concentraron en la Plaza Nueva, donde Rivera iba a dar un mitin. Cuando, a mitad de intervención, los manifestantes le interpelaron en voz alta por los desahucios.

Él les contestó que Ciudadanos hace años presentó junto a ERC e ICV una iniciativa por la dación en pago en el Parlamento catalán, opción que ahora recoge en su programa, y recordó también que en esa misma cámara C's abogó por una revisión de la contratación de participaciones preferentes. Además, invitó a la PAH a una reunión en el hotel en que se alojaba en la ciudad, a la que los activistas no asistieron.

CONTRATO ÚNICO

En su tercer y último paseo de la campaña, en Guadalajara el martes 15, un joven simpatizante de Podemos le echó en cara el contrato único indefinido. Además, un sindicalista de UGT de la empresa XPO, de logística de Inditex, que estaba en huelga esos días, y un asociado de las víctimas del accidente de tren de Santiago le expusieron su situación y él prometió reunirse con ellos.

Rivera vivió también algún incidente gratificante, como cuando en la misma Granada, unas ancianas con las que quiso hacerse una foto le pidieron apoyo a la dependencia y él bromeó que esperaba que no se lo reclamaran para la independencia.

De este cariz divertido fue también la anécdota del secretario general y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, en Barcelona, cuando rechazó hacerse una foto con una mujer que pretendía retratarse con él mientras le regalaba unos calzoncillos rojos.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se ha ahorrado cualquier tipo de incidente callejero por la sencilla razón de que no ha dado ningún paseo abierto al público por las ciudades por las que ha discurrido su campaña.

El candidato de Unidad Popular, Alberto Garzón, acumula anécdotas positivas, casi todas ellas relacionadas con la afluencia de gente a los actos de los últimos días, mayor que los aforos previstos por la organización. En Madrid se vio obligado a improvisar un mitin callejero subido a una fuente en la Plaza de los Carros después de que más de mil personas no pudieran acceder al teatro La Latina, y algo parecido ocurrió después en Málaga.

En Zaragoza, una mujer dejó su coche parado en pleno carril para bajar a todo correr y hacerse una foto con él cuando le vio en la acera, y en un bar de carretera de Villarobledo, en ruta de Alicante a Córdoba, se fotografió con toda la asamblea local de Izquierda Unida, avisados por el dueño del local después de reconocerle.

Sin embargo, la anécdota de la campaña la protagonizó involuntariamente su número dos en la lista al Congreso por Madrid, Sol Sánchez, que en un mitin dio la palabra como candidato a la Presidencia del Gobierno a "Eduardo Garzón", hermano de Alberto, también economista y de notorio parecido físico, pero que no aspira a ocupar un escaño ni mucho menos La Moncloa.

CALZONCILLOS

Por su parte, el secretario general del PSOE y candidato, Pedro Sánchez, se ha hecho un profesional de hacer 'selfies' porque, debido a su altura, suele ser él quien haga las fotos que les proponen sus seguidores.

La mayoría de anécdotas de esta campaña han sido simpáticas porque han sido muchas las personas, sobre todo mujeres, que le llamaban "guapo" y que le daban cariñosos abrazos. Incluso en Barcelona se produjo la anécdota citada cunando le quisieron regalar unos calzoncillos rojos que él, amablemente, rechazó.

No obstante, también vivió un momento algo tenso cuando en Murcia, media decena de personas quisieron boicotearle el mitin. Minutos después de empezar su intervención le interrumpieron al grito de "Toro de la Vega, abolición".

(SERVIMEDIA)
18 Dic 2015
KRT/IRG/MML/LDS/CLC/gja