ETA. La Audiencia condena a 51 años a Vila Michelena por participar en el atentado de la calle Ocaña de Madrid
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La Audiencia Nacional ha condenado a 51 años de prisión al exintegrante del 'comando Madrid' de ETA Fermín Vila Michelena por los delitos de integración en organización terrorista, depósito de armas de guerra y municiones, conspiración para el asesinato terrorista y el robo del vehículo que fue usado como coche-bomba en el atentado contra la Delegación del Ministerio de Justicia de la calle Ocaña de Madrid, el 10 de julio de 2001.
La deflagración ocasionó la muerte de un policía y heridas a otras 19 personas. El fiscal pedía para él 83 años de cárcel por delitos de asesinato terrorista, estragos y lesiones. Sin embargo, la sentencia de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal considera que no se le puede considerar responsable del asesinato, puesto que cuando se produjo el atentado el condenado había huido fuera de España.
Vila Michelena fue detenido en junio de 2010 en Belfast (Irlanda del Norte). El Tribunal le considera responsable de haber hecho varios seguimientos a posibles objetivos de ETA y considera probado que fue quien robó el coche en el que se instaló el explosivo que se usó en la calle Ocaña.
Así, la sentencia está de acuerdo con el fiscal en que Vila Michelena robó el 19 de marzo de 2001 un vehículo de marca Peugeot, que el 'Comando Madrid' utilizó en el atentado de la delegación de Justicia. Por este mismo atentado ya han sido condenados Aitor García Aliaga, Ana Belén Egües Gurrutxaga y Gorka Palacios Alday.
El condenado se reunió en un pueblo de los Pirineos con Aitor García Aliaga, que le comunicó que debía trasladarse a Madrid para integrarse en un grupo ya formado. Se le hizo entrega de cuatro millones de pesetas, detonadores y armas, estableciendo una cita para el día 8 de abril de 2001, en las inmediaciones del Teatro de la Ópera de Madrid.
A continuación ambos se trasladaron a Madrid, donde Vila compartió piso con la ya condenada por estos hechos Ana Belén Egües en la calle Servando Batanero de la capital, hasta que cada uno de ellos alquiló su propia residencia.
A partir de ahí, este comando realizó vigilancias sobre un magistrado del Tribunal Supremo, sobre el consejero del Tribunal de Cuentas Juan Velarde Fuertes y sobre los concejal del PP Adriano García Loygorri y María Antonia Suárez Cuesta. Hizo acopio de datos sobre sus hábitos y horarios, aunque nunca atentó contra ellos.
El tribunal considera que Vila robó el coche con el que se atentó en la calle Ocaña el 10 de julio de 2001 y junto con otro etarra preparó el artefacto en un piso de la calle Estudios de Madrid. El artefacto quedó preparado para que estallara a las 20.30 horas. A las 19.50 hicieron una llamada al 091 y dejaron el siguiente mensaje: “Escuche atentamente porque sólo lo voy a repetir una vez. Llamo en nombre de ETA para decirle que en la calle Ocaña, frente al Ministerio de Justicia, hay un artefacto explosivo. Avise a los vecinos”.
Como consecuencia de este aviso, se activaron los mecanismos de seguridad del Estado y una dotación de la Policía acudió a verificar la información recibida por teléfono. En ese proceso el agente Luis Ortiz se acercó al vehículo, momento en que explotó, ocasionándole la muerte instantánea. En ese momento, el condenado ya no se encontraba en España.
(SERVIMEDIA)
11 Dic 2015
SGR/caa