En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que esta norma “mejorará la financiación de la producción cinematográfica” y agilizará los trámites para la comercialización y distribución de las obras.

Avanzó que las subvenciones se concederán “según criterios objetivos” antes de comenzar la producción de la película, y “no después como hasta ahora”, ya que las ayudas a la amortización se sustituyen por apoyos a la producción de proyectos.

Además, se pagarán de forma progresiva y no al final, y estarán sujetas a reembolso según los resultados comerciales de las películas, agregó Sáenz de Santamaría.

El real decreto aprobado hoy también regula el certificado de nacionalidad española de las obras, la calificación por edades, el régimen de coproducción con empresas extranjeras y la exhibición cinematográfica.

De este modo, establece los pasos a seguir para que una producción obtenga el reconocimiento de nacionalidad española y refuerza la exigencia del certificado de nacionalidad como requisito para acceder a las ayudas.

En cuanto a la calificación por edades, se simplifica el proceso al establecer una única calificación para la distribución de la película en cualquier soporte, eliminando la necesidad de un nuevo certificado para la distribución en soporte videográfico.

El texto también subraya que la aprobación de Los proyectos de coproducción con empresas deberá solicitarse de forma preceptiva antes del inicio del rodaje. En los casos de participación minoritaria española en la coproducción, la presencia efectiva del personal deberá ser proporcional al peso de participación española en dicho proyecto.

CINE MINORITARIO

Por último, el real decreto regula qué se entiende por “obra audiovisual difícil” o de “gran impacto cultural”, lo que resulta relevante de cara a obtener un mayor apoyo financiero.

Se considerarán como tales aquellas producciones dirigidas por un nuevo realizador con un presupuesto de producción no superior a 300.000 euros, los cortometrajes y las obras rodadas en lenguas cooficiales distintas al castellano. El porcentaje de intensidad de las ayudas no podrá superar el 70%, el 75% y el 65%, respectivamente, del presupuesto total de dichas obras.

También se simplifican los trámites para la comercialización y distribución de las películas. De este modo, desaparece el requisito que condicionaba la concesión de ayudas a la no comercialización de las películas a través de soporte videográfico en determinados periodos de tiempo tras su estreno en salas de exhibición, así como la exigencia de un certificado de distribución previo para la comercialización de las películas de cara a su exhibición en salas cinematográficas.

El real decreto será completado con dos órdenes ministeriales, una sobre el reconocimiento de costes e inversión del productor y otra de bases reguladoras de las ayudas, que precisará con detalle los criterios para su concesión.