Las víctimas de acoso suelen ser "trabajadores brillantes" que los demás perciben como una amenaza

- Según el experto Iñaki Piñuel

MADRID
SERVIMEDIA

El psicólogo e investigador experto en 'mobbing' Iñaki Piñuel manifestó hoy que las víctimas de acoso en el trabajo suelen “ser personas brillantes o destacadas” que, por alguna razón, “sus compañeros las perciben como una amenaza”.

Piñuel manifestó durante la presentación de una guía contra el acoso psicológico, sexual y por razón de género, de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que el perfil de muchas víctimas se corresponde con el de “personas brillantes en un entorno laboral mediocre”, que percibe su diferencia como una amenaza.

Explicó que sus compañeros ven esta mayor valía como “factor amenazante”, bien porque “pone en evidencia su poco esfuerzo, bien porque piensan que esto va a hacer que los jefes les exijan más”.

Del mismo modo, la percepción de amenaza está detrás de la discriminación por razón de género en el entorno laboral, indicó, ya que una mujer que exige sus derechos y que quiere desarrollar su carrera profesional puede ser percibida como “una amenaza en la empresa”.

Las mujeres que defienden sus derechos de maternidad y piden bajas o permisos “corren peligro de sufrir mobbing”, puesto que la empresa quiere “ejemplarizar con una” para evitar que las demás sigan su ejemplo. También los jefes, si llegan a pensar que un empleado o compañero pone en peligro su puesto, ejercen acoso con esta motivación.

PROCEDIMIENTO

Según Piñuel, “el acosador tiende a buscar una causa que no es real para justificar su conducta”. Así, es frecuente que “tergiverse las palabras de la víctima, le presione para inducirle a cometer errores o le oculte información.”

El problema, prosiguió, es que esta conducta particular suele atraer cada vez a más compañeros, por lo que “la víctima se queda sola y enseguida se culpabiliza”. Por eso, lo primero que debe hacer toda persona que sufra acoso es “romper ese falso sentimiento de culpa”, recalcó Piñuel.

La gerente de la UPM, Carmen García, se quejó de estas situaciones y lamentó “las dificultades que encontramos a la hora de que los testigos presenciales se atrevan a denunciar”. Esta falta de pruebas hace que muchos procesos internos no prosperen, y lo mismo sucede cuando se denuncia en los tribunales.

La guía presentada este martes forma parte del proyecto Trigger que financia la UE para el desarrollo de planes de igualdad en las universidades. Contiene definiciones exactas de lo que se entiende por acoso psicológico, discriminación por razón de género y acoso sexual; conductas ilustrativas de cada caso; una serie de recomendaciones sobre cómo actuar, y recursos informativos.

Por su parte, el rector de la UPM, Carlos Conde, reconoció que “esta universidad está demasiado masculinizada” y aunque “no sea machista sí es posible que los hábitos generalizados sean demasiado masculinos”.

(SERVIMEDIA)
17 Nov 2015
AGQ/gja