Dichos criterios exigen a sus proveedores que las materias primas utilizadas en la fabricación de sus teléfonos sean respetuosas del medioambiente, que los aparatos estén libres de sustancias peligrosas, hagan un uso eficiente de la energía y que sean compatibles con cargadores y otros accesorios universales.

Asimismo, la normativa de Sprint fija que los embalajes de los aparatos deben ser sostenibles y que los terminales se puedan reciclar por completo de modo sencillo.

Sprint tiene como proveedores a Samsung, LG, Motorola, Sanyo, Palm, RIM y HTC.

El operador de telefonía móvil también acaba de lanzar un nuevo programa para el fomento del reciclaje, por el que ofrecerá descuentos por la entrega de móviles usados, incluso si son de otras compañías, y otro para la recuperación de teléfonos inalámbricos, baterías y tarjetas de datos usados.