La empresa también ha reducido la generación de residuos de plástico y químicos en un 22%, gracias a la implantación de sistemas para su recuperación.

En lo que se refiere al uso de embalajes, Fujitsu emplea contenedores especiales para el transporte, lo que le permite emplear una menor cantidad de cajas de cartón y reutilizar la mitad de ellas.

Las factorías de semiconductores de la empresa también consiguieron recortar sus emisiones de compuestos volátiles orgánicos. Sin embargo, las emisiones globales de este tipo de Fujitsu registraron un incremento del 4% con respecto al año anterior, por lo que la empresa proyecta mejorar la eficacia de los equipos destinados a su reducción.

También se propone recortar sus emisiones de CO2 en 15 millones de toneladas en un plazo de cuatro años, para lo que lanzó la estrategia Green Policy Innovation en diciembre de 2009.

Fujitsu centra su estrategia medioambiental en la minimización del impacto de sus productos mediante el desarrollo de tecnologías de bajo consumo, cumpliendo con las normativas ecológicas de subcontratación de productos y servicios y aplicando procedimientos ecológicos para reducir el uso de sustancias químicas y la contaminación asociada a su actividad.

Todos sus nuevos productos deben someterse a evaluaciones para determinar su eficiencia energética y sostenibilidad antes de su lanzamiento, y solo cuando esto se verifica se pone en marcha su proceso de fabricación.