“Somos una ciudad pionera en tomar la iniciativa en esta materia", dijo Pérez en la presentación, en la que se comprometió a que la escuela de Alcorcón sea la primera en activarse y entrar en funcionamiento.

"Lo que queremos es que, en el momento en que los refugiados lleguen a Alcorcón, puedan comenzar a recibir la formación necesaria para que puedan integrarse de la mejor manera posible y puedan manejarse en el día a día”, señaló, prometiendo la cesión de espacios municipales y de viviendas o soluciones habitacionales temporales.

En concreto, se desarrollarán programas de enseñanza de la lengua y legislación, formación laboral, conocimiento de la zona en la que vayan a vivir (desde el uso del transporte público a la actividad comercial), y ocupación del tiempo libre a través de ocio saludable y deporte, estos dos últimos dirigidos especialmente a niños y jóvenes.