Un 38% de los pescados servidos en instituciones de la UE en Bruselas son distintos a los solicitados

- Según Oceana

MADRID
SERVIMEDIA

Un 38% de los pescados que los comedores de instituciones de la UE con sede en Bruselas (Parlamento Europeo y Comisión Europea) sirven a los clientes no se corresponde con las especies solicitadas, un porcentaje que desciende al 30% si se suman los restaurantes de la capital belga.

Así se desprende de una investigación de Oceana hecha pública este martes, en la que alerta de que el fraude, el mal etiquetado generalizado y las prácticas fraudulentas engañan al consumidor y pueden abrir la puerta al pescado ilegal y a riesgos sanitarios.

La investigación se basa en test de ADN realizados por la Universidad Católica de Lovaina sobre 280 muestras recopiladas en más de 150 establecimientos de la capital belga, entre ellos restaurantes y organismos de la UE.

“Los test de ADN muestran un fraude en el pescado generalizado en restaurantes de Bruselas e incluso en instalaciones de la UE. Se engaña al consumidor y se deja la puerta abierta al blanqueo de productos pesqueros ilegales”, señaló Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa, quien añadió que “la UE tiene que acabar con este negocio, asumir la responsabilidad y mejorar con urgencia la trazabilidad y etiquetado del pescado”.

El estudio sugiere que las razones económicas están detrás del fraude en el pescado y el consiguiente engaño al consumidor. Especies como el bacalao o el lenguado, que llegan a costar 30 o 40 euros el plato, se cambian por otras como panga, más barata y de acuicultura.

Las tres especies donde se halló más fraude fueron el atún rojo (en el 95% de los casos se sustituyó por patudo o atún claro), el lenguado (no servido en un 11% de los platos) y el bacalao (en un 13% de las peticiones eran panga o carbonero).

“El primer paso es que las autoridades se den cuenta de que el fraude en el pescado es un problema que afecta a la UE y que ellos mismos, como consumidores, también son vulnerables. A medida que los recursos pesqueros europeos escasean por la sobreexplotación, se satisface la demanda del mercado con productos importados o sustitutos más baratos, engañando al consumidor”, concluyó Gustavsson.

(SERVIMEDIA)
03 Nov 2015
MGR/caa