La Izquierda se presenta como una confluencia de partidos que no se han sentido cómodos en otras plataformas y que aspiran a lograr la unidad estructurada de ese ámbito sin que nadie pierda las siglas de la formación con la que confluye.

Entre los que ya se han sumado están el Partido Humanista y Convivencia Civíca, la plataforma impulsada por el exjuez Baltasar Garzón.

Se han desencantado de Ahora en Común entre otras cosas porque no ha conseguido ser una plataforma de verdadera confluencia y de la experiencia han aprendido que es necesario tener una "estructura" y una organización interna que aspiran a ir construyendo pase lo que pase en las elecciones.

Desde La Izquierda lanzan un llamamiento, que han plasmado en una carta enviada a los partidos, organizaciones y colectivos de la izquierda, para intentar atraerlos a la definición de un programa y una candidatura para el 20 de diciembre.

Sin embargo, insisten en que su trabajo y sus objetivos irán más allá de esa fecha, en que serán "estructura", y no aclaran si La Izquierda concurrirá o no a esas elecciones.

Talegón denuncia que las primarias de Ahora en Común se han quedado en una mera competición entre personas relegando el programa político a un segundo plano, y en todo ese debate entre unos y otros la ideología y los valores de la izquierda parecen haber quedado también desplazados.

De ahí el nombre elegido para esa nueva plataforma, La Izquierda, y la pretensión de que primero se acuerde un programa y después la candidatura, por consenso y sin primarias, y con una clara prevalencia de las mujeres.

El objetivo, antes y después de las elecciones, será "la unidad de la izquierda para no estar desestructurados" y para poder defender esos valores de forma organizada.