"Las divisiones nunca hacen grande a un pueblo, sólo lo empobrecen y lo aíslan. Evitemos las fracturas sociales que tanto daño hacen a las conciencias de las personas, a los afectos, a la amistad y a las familias, a las relaciones entre los ciudadanos", dijo el Rey.

A continuación, abogó por "la defensa de la legalidad y de los principios constitucionales" porque "es la garantía de los derechos y libertades de todos los ciudadanos. Por tanto, los españoles debemos preservar esa convivencia que fortalece y enriquece nuestra vida colectiva".

En un claro mensaje hacia los que quieren romper España con la independencia de Cataluña, don Felipe agregó que "los españoles debemos preservar esa convivencia que fortalece y enriquece nuestra vida colectiva", para pedir a todos los españoles que "reflexionemos y valoremos con sinceridad y honestidad lo que los españoles hemos construido juntos, lo que nos une y nos fortalece; alejemos lo que nos separa y nos debilita; y apartémonos, especialmente, de todo lo que pretenda señalar, diferenciar o rechazar al otro".

Instó el Rey a seguir "construyendo España, convencidos y muy conscientes de que una nación europea con raíces milenarias y vocación universal, como la nuestra, seguirá unida en su camino hacia un futuro de mayor concordia y progreso, con la dignidad el respeto y el orgullo que merece su historia y su memoria".

El Rey, que glosó a cada uno de los premiados, estuvo acompañado en esta edición de los premios, que es la número 35 y la primera que se denomina premios Princesa de Asturias, antes denominados Príncipe de Asturias, por la reina Letizia y por su madre, la reina Sofía.

El cineasta Francis Ford Coppola, la economista Esther Duflo, el filósofo español, Emilio Lledó, las investigadoras Emmanuelle Charpentier y y Jennifer Doudna, los hermanos Gasol, el escritor cubano Leonardo Padura, la enciclopedia Wikipedia y la Orden Hospitaliara de San Juan de Dios son los galardonados en esta edición.