Unos 250.000 niños de Nepal podrían pasar frío en clase este invierno

- Según Save the Children, cuando este domingo se cumplen seis meses después del terremoto

MADRID
SERVIMEDIA

Cerca de 250.000 niños de Nepal acuden a aulas que no están preparadas para las frías temperaturas del invierno, en tanto que un millón de menores se han quedado sin escuelas permanentes y otros 171.000 necesitan apoyo para normalizar su vuelta a clase, según advirtió este viernes Save the Children a dos días de que se cumplan seis meses del terremoto que golpeó el país.

Los terremotos de los pasados 25 de abril y 12 de mayo dejaron un total de 8.891 muertos, destruyeron más de 600.000 casas y dañaron otras 290.000 viviendas.

Save the Children señaló que ha construido 3.000 aulas temporales para que los niños de Nepal puedan continuar con su educación y consideró necesario financiar de manera urgente la mejora de estos espacios para proteger a los menores del duro clima invernal.

“La educación para los niños que sobrevivieron al terremoto es fundamental para que puedan seguir adelante. Seis meses después del primer seísmo, muchos niños están dando clase en escuelas temporales o incluso al aire libre. Las ONG y las agencias humanitarias estamos haciendo el máximo esfuerzo en levantar escuelas temporales, pero la construcción de espacios permanentes de cara al invierno tiene que ser prioritaria. La financiación para ello es urgente”, explicó Andrés Conde, director general de Save the Children.

Por otro lado, Save the Children indicó que está distribuyendo ayuda a las poblaciones más montañosas y remotas de Nepal a través de helicópteros o con porteadores y recalcó que es prioritario llegar a las 864.000 personas que viven en esas zonas de difícil acceso.

Esta ONG ha repartido materiales básicos de refugio, construcción y kits de higiene a más de 172.000 familias nepalíes, así como hojas de aluminio y herramientas para la construcción de viviendas temporales a unas 4.000 familias.

Save the Children subrayó que las familias que habitan en zonas remotas todavía necesitan de manera urgente alimentos básicos y vivienda y corren el riesgo de endeudarse y caer en la pobreza extrema debido a los costes que supone la construcción de refugios temporales.

“Se necesita una fuerte inversión en trabajadores de la construcción y técnicos para que puedan organizar con las comunidades la reconstrucción de las aldeas. Las poblaciones en la alta montaña y las personas que tuvieron que dejar sus hogares y están ahora en campamentos son las más vulnerables y deben recibir toda la ayuda posible para afrontar el invierno sin que tengan que endeudarse”, alertó Conde.

(SERVIMEDIA)
23 Oct 2015
MGR/gja