El documento detalla las medidas adoptadas por el fabricante de bebidas para mejorar la sostenibilidad de su negocio, entre las que se incluye incrementar sus mensajes para un consumo de alcohol responsable en todo el mundo.

En lo que se refiere a su impacto medioambiental, la firma ha mejorado la eficiencia de sus plantas, cerrado las menos eficientes, reducido el consumo de agua un 4% y el de energía un 6,1%, y recortado sus gases de efecto invernadero en un 9,2%( unas 20.000 toneladas de CO2).

El informe también ha identificado aspectos de la cadena de suministro de Bacardí que es preciso mejorar, con el fin de reducir su huella de carbono global y cumplir de las directrices de la Organización Internacional del Trabajo y del Pacto Global de Naciones Unidas.

Asimismo, la empresa potenció programas filantrópicos de las organizaciones locales de los países en los que opera y de voluntariado entre sus trabajadores.

En el futuro, Bacardí se propone integrar los principios de responsabilidad social corporativa en todos los aspectos de su gestión, fijar objetivos que cumplan o superen las normativas existentes, y dar a conocer la información sobre estos temas de modo regular.