En rueda de prensa, Lara ironizó con el hecho de que cincuenta años después de aquel accidente nuclear sobre Almería Estados Unidos acceda a “llevarse la tierra” para descontaminar completamente el suelo afectado por la caída en 1966 de varias cabezas nucleares que portaba un avión accidentado.

Recordó cómo el régimen franquista se afanó por minimizar las consecuencias del accidente, con el entonces ministro Manuel Fraga bañándose en la playa contaminada para intentar demostrar la ausencia de consecuencias. “Sobran más comentarios”, dijo tras conocer el acuerdo alcanzado.

Lamentó expresamente que no se haya negociado el desmantelamiento de las bases y sentenció que el “OTAN no” sigue presente en la izquierda y en buena parte de la sociedad española, sobre todo a la vista del rumbo “muy peligroso” que toma la Alianza pretendiendo “alimentar la guerra fría” y convirtiendo a España en “portaaviones de intervención” en Oriente Medio y África.

Lamentó también que ese acuerdo no incluya informar a los ciudadanos sobre el contenido y las consecuencias del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, el TTIP, que se va conociendo a pesar del “secretismo” y que generará una pérdida importante de soberanía de los consumidores y de los gobiernos en favor de las multinacionales.