Esta y otras propuestas se analizarán este miércoles por parte de los responsables del grupo de trabajo de Cooperación e Internacionalización de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), cuya comisión ejecutiva se reúne para buscar respuestas ante el drama de los refugiados.

Entre otras iniciativas, se contemplará la movilización de todo el voluntariado universitario y la oferta de acompañamiento y asesoría jurídica gratuita, algo que ya estudia la Universidad Pública de Valencia.

Hernández explicó estas ideas durante la presentación de una guía sobre Buenas Prácticas en Cooperación Universitaria al desarrollo junto al presidente del grupo de trabajo de Cooperación Universitaria de la CRUE, Guillermo Palao.

Según Hernández, la declaración institucional de apoyo a los refugiados que el lunes aprobó la CRUE supone el compromiso de trabajar para que aquellos que lo deseen puedan seguir sus estudios aquí, así como fomentar la colaboración con los profesores universitarios beneficiarios de asilo.

“Siempre dentro de la legalidad”, puntualizó, pero “buscando procesos imaginativos” para aquellos casos en que, por ejemplo, los expedientes que acreditan títulos hayan sido destruidos.

“Ya lo hicimos así cuando el terremoto de Haití”, aunque entonces fue más sencillo porque existían universidades en el país con las que colaborar.

Por su parte, Palao apuntó que a medio plazo también convendría impulsar un sistema de becas dirigidas a estos estudiantes, si bien “lo primero es esperar a que el Gobierno concrete cuántos refugiados acogerá España". “La CRUE coordina y propone, aunque será cada universidad la que, en función de sus recursos, decida qué medidas poner en marcha”, agregó.

Finalmente, Hernández se mostró dispuesto a trabajar junto al Ministerio de Educación en la posible homologación de títulos, aunque tal extremo “ahora no es prioritario”.