Espinar consideró, en declaraciones a Servimedia, que hasta que el PP “no cambie estructuralmente, es una partido salpicado por la corrupción e incapacitado para regenerar la democracia, aunque la gente les vote y les ponga a gobernar”.

Citó los nombres de Salvador Victoria, consejero de Presidencia del último Gobierno presidido por Ignacio González -“que se compró un ático en Marbella a través de un testaferro”-, y del actual consejero de Medio Ambiente, Jaime González Taboada, que aparecen en los papeles de la ‘Púnica’, y manifestó que “el problema del PP es que ha sido un partido estructuralmente corrupto en los últimos 30 años”.

Preguntado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, dijo que “desde el primer día de la campaña electoral, antes de ser presidenta, ha hecho un discurso en el que trata de disociarse de lo ocurrido en la Comunidad en los últimos años y del PP”.

“Ahora resulta que Rato, Bárcenas o Granados no eran del PP”, indicó Espinar, quien añadió que “ahora Cifuentes parece que no es el PP aunque este partido la sustenta”.

Criticó que en la Comunidad de Madrid se hayan hecho hospitales presupuestados en 700 millones de euros que han terminado costando 3.000 millones y afirmó que “se ha ido una cantidad de dinero escandalosa por el desagüe de la corrupción, de las financiación ilegal de los partidos y de la contratación fraudulenta”.

FLORENTINO, CEREZO Y FERNÁNDEZ

“Ese volumen ingente de dinero público, que debería estar al servicio de la mayoría, ha ido al servicio de unos pocos, pero conocidos en la región, como Florentino Pérez, Villar Mir, Enrique Cerezo o Arturo Fernández”, comentó Espinar, quien agregó que "estos son los que se han estado llevando toda la contratación, todo el tiempo, y algunos de ellos aparecen claramente en los papeles de Bárcenas”.

“La corrupción ha sido uno de los engranajes que permitían que el modelo impulsado por el PP en la región funcionara y saliera adelante”, según Espinar, quien afirmó que “para ese modelo, la gasolina de la corrupción parece que era fundamental; por tanto, el modelo del PP en Madrid y la corrupción política han ido de la mano durante 20 o 30 años”.

Asimismo, consideró que “durante un tiempo este modelo generó la ilusión de que era un modelo viable y generaba expectativas de vida razonable para la mayoría social cuando había inserción laboral en torno al ladrillo”, pero “cuando la burbuja de la construcción pincha, nos quedamos con casi 300.000 viviendas vacías en la Comunidad y entonces nos damos cuenta de que se ha apostado por un modelo durante años que no garantiza ningún tipo de bienestar”.

Tras señalar que “necesitamos otro modelo que no dependa del ladrillazo y la corrupción, como dependía el anterior”, Espinar manifestó que, en esa etapa anterior, “todo el mundo estaba en el ajo, con honrosísimas excepciones”.

“Por eso", continuó, "la irrupción de nuevas fuerzas políticas, y en particular de Podemos, les pone tan nerviosos, porque en un ambiente en el que reinaba la ‘omertá’, de pronto aparecemos un grupo de gente que decimos no, y no nos callamos”.