En una declaración a la que tuvo acceso Servimedia, este sector crítico de la formación de Pablo Iglesias en Cataluña tachó de “muestra de torpeza” y “burdo intento de engaño” su unión a 'Catalunya sí es pot', ya que “la inmensa mayoría de los votantes de Podemos en Cataluña no son nacionalistas y estamos frente a un 27-S en clave de plebiscito independentista”.

Un antecedente de este engaño sería, agrega, el que Podemos haya apoyado a alcaldes de CUP y ERC "en ciudades tan poco nacionalistas como Badalona, Sabadell y Terrassa", que ahora se han adherido o pronto lo harán a la Asociación de Municipios por la Independencia.

En cuanto a los nombres que encabezan la lista, este sector recordó que el número uno, Josep Lluis Franco Rabell, ha sido miembro de formaciones de tendencia nacionalista y que votó un doble 'sí' en la consulta del 9-N. También atribuye esa tendencia a figuras aportadas por Podemos como Albano Dante Fachín, Àngels Castells, Jessica Albiach y Marc Bertomeu.

Podemos Unidos teme que'Catalunya sí es pot' apoye la hipotética declaración unilateral de independencia posterior al 27-S "pese a haberse aprovechado de votantes no nacionalistas que siguen ciegamente a Pablo Iglesias".

ASUNCIÓN DE POSTULADOS NACIONALISTAS

Un primer síntoma sería su asunción, en la declaración fundacional de 'Catalunya sí es pot', de tesis como que "el Estado ha querido ahogar las legítimas aspiraciones democráticas de Cataluña atacando nuestro autogobierno, nuestra cultura, nuestra lengua", cuando "Cataluña es una de las regiones con más autogobierno de la Unión Europea, y tiene dos lenguas oficiales", y España es "uno de los Estados más descentralizados de Europa".

Por el contrario, añade este sector, la declaración obvia "el ahogo que el Gobierno nacionalista de CiU-ERC hace del castellano, marginándolo en la educación y despreciando a quienes lo quieren para sus hijos como una de las lenguas vehiculares escolares".

Podemos Unidos tampoco comparte el punto que dice que “Cataluña necesita iniciar un proceso constituyente propio –fundamentado en la plena soberanía del pueblo catalán como sujeto colectivo que puede decidir su futuro– que no esté subordinado ni sea subalterno a ningún otro marco", puesto que “cae en la trampa nacionalista contraponiendo un pueblo catalán diferenciado al español", cuando "es el conjunto del pueblo español el que puede emprender un proceso constituyente".

Para este sector, el proceso constituyente ha de orientarse a una nueva Carta Magna que "supere este sangrante capitalismo depredador y haga que se cumplan los derechos humanos”, y en este sentido “pretender que Cataluña vaya por libre en un proceso constituyente propio es estéril e ilusorio, de la misma manera que lo sería que el pueblo español no tuviera en cuenta a los restantes pueblos de la Europa latina y meridional".

Finalmente, Podemos Unidos rechaza el derecho a decidir, pues sólo contempla "el derecho de autodeterminación para las colonias o naciones ocupadas", y es evidente que Cataluña no es una nación oprimida", sino que "los que están oprimidos son los trabajadores catalanes, al igual que el resto de trabajadores españoles y de la mayor parte de Europa”.