En declaraciones a Servimedia, Galbín aseguró que “esto es una represalia de la Consejería de Educación” por “la transparencia del centro en su respuesta a un suceso tan triste y lamentable”.

En lugar de reconocer “el mérito de esta gente por volver de forma rápida y tranquila a la normalidad para terminar el curso tras los hechos”, la consejería “los castiga por denunciar los recortes", indicó.

Fuentes de Educación negaron tal extremo e indicaron a Servimedia que el cese se produjo “de forma ordinaria, al mismo tiempo que se comunicaban idénticos ceses” a decenas de equipos directivos en la región.

Agregaron que la directora del centro ocupaba ese puesto “en funciones (el director titular fue suspendido cautelarmente de empleo el 27 de mayo) y ese tiempo ha expirado ya". También lo ha hecho la comisión de servicios por la que se encontraba en el 'Ciudad de Jaén', pues esta profesora tiene plaza fija en el 'Ramiro de Maeztu' y debe volver allí.

Por este motivo, dado que la directora no podía continuar en su puesto, se decidió cesar al resto del equipo, a fin de que la nueva gerente del instituto elija a su equipo.

MAL EN FONDO Y FORMA

Se da la circunstancia de que esta nueva directora es parte del tribunal de oposiciones, por lo que hasta que no concluyan estas no podrá incorporarse al centro. Galbín destacó que “el cese se ha hecho mal en fondo y forma”, y junto a los afectados estudian cómo recurrirlo.

En primer lugar, dijo, se comunicó por fax el 30 de junio por la tarde, con lo que los interesados se enteraron el 1 de julio al volver al trabajo.

Además, las funciones de dirección están por encima de la comisión de servicios, con lo que la destitución de la directora se realizó de forma incorrecta.

Como mínimo, deberían haber hablado con ella, señaló Galbín, para quien “no se entiende la actitud de la consejería hacia este instituto”. Antes de que esto sucediera, afirmó, “pidieron formación en convivencia y se les denegó; pidieron más recursos y se les negaron; quisieron más profesores y de nuevo les dijeron que no, y reclamaron cambios en las normas de escolarización para no concentrar tanto alumnado conflictivo y, por supuesto, rechazaron su propuesta”.

Todo esto lo ha comunicado el actual equipo directivo y por eso ha sido “fulminantemente cesado, sin ninguna explicación”, apuntó Galbín. A su juicio, también el cese inmediato del director, sin esperar a aclarar lo sucedido, demuestra esta actitud negativa hacia el centro.

Desde la consejería sostienen que el director no informó a tiempo del acoso escolar, aunque en el instituto mantienen que la inspectora de zona no se llevó el expediente.

Para Galbín, “mal empieza el nuevo consejero” si esta actitud “tan poco democrática” va a ser lo habitual.