En un desayuno informativo celebrado en Madrid, el embajador subrayó que el terrorismo es “una amenaza para toda la humanidad”, por lo que apeló a una actuación conjunta de la comunidad internacional para acabar con la actividad de grupos terroristas como los del autodenominado Estado Islámico (EI).

“Muchos países pensaban que eso ocurría demasiado lejos de sus fronteras, pero cuando han visto cómo la actividad terrorista les afectaba directamente han comenzado a actuar. Quizá demasiado tarde”, aseveró.

El embajador reconoció que Turquía es un “país de tránsito” de terroristas hacia Siria e Iraq. “A pesar de todos los esfuerzos que hacemos para acabar con esta situación, no podemos solucionarlo al 100%. Necesitamos ayuda y más implicación de los países de origen”, dijo.

Önhon explicó que en Oriente Próximo se vive un “momento complicado”, donde conviven “Estados fallidos, vacíos de poder en otros países, gobiernos que no controlan la totalidad de sus territorios y un aumento del sectarismo”.

Del mismo modo, destacó que los conflictos en países como Siria, Iraq o Yemen han ido “más allá de la región”, lo que le sirvió para manifestar que “las soluciones militares, aunque necesarias, no son los únicos medios útiles para solucionar el problema. Nosotros apostamos por las vías políticas. Además, los planes sociales y económicos, así como la no discriminación de grupos étnicos son clave para la estabilidad de la región”.

El embajador dijo que en Turquía actualmente hay aproximadamente dos millones de refugiados procedentes de Siria e Iraq para los que se “han invertido seis millones de euros. Vamos a seguir acogiéndolos por razones humanitarias”.

Por otra parte, el embajador lamentó la “falta de comprensión” y la “mala interpretación” que se hace a la hora de “asemejar Islam y terrorismo”, lo que le permitió afirmar que "el Estado Islámico es una amenaza común que tenemos que combatirla juntos. Asimilar religión y terrorismo es un error”.

A su vez, el embajador lamentó que la islamofobia “está en aumento en toda Europa. Esto es peligroso. Empeora el problema. Afortunadamente, España es una excepción al respecto”.

Además, reconoció que el proyecto de la Alianza de Civilizaciones impulsado entre Turquía y España “debió haber resultado más provechoso para dotarnos de un mejor entendimiento, pero todavía tenemos que trabajar mucho en explicar qué es el Islam para que la gente deje atrás sus prejuicios”.

Por último, Önhon definió el conflicto entre Israel y Palestina como la cuestión “más importante” de la región, al tiempo que reafirmó que “únicamente la solución basada en dos estados viviendo en paz y seguridad, con los derechos de los palestinos garantizados”, pondrá fin al conflicto.