La ONU logra un acuerdo mundial de 187 países para reducir los riesgos de desastres naturales hasta 2030

- Es el primero de los tres acuerdos globales que prevé alcanzar en 2015, junto con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible y un nuevo protocolo sobre el clima

MADRID
SERVIMEDIA

Representantes de 187 Estados miembro de la ONU aprobaron este miércoles el Marco de Acción para la Reducción del Riesgo de Desastres después de 30 horas de maratonianas negociaciones en Sendai (Japón) con el fin de sentar las bases para mitigar los daños causados por los desastres naturales (terremotos, ciclones, inundaciones, sequías, tornados...) hasta 2030.

Se trata del primero de los tres acuerdos globales que Naciones Unidas pretende lograr este año, junto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (en septiembre), que sustituirán a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y un nuevo marco sobre el cambio climático (en diciembre), que reemplazará al Protocolo de Kioto.

El acuerdo se alcanzó en el marco de la III Conferencia Mundial sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, que comenzó el pasado viernes en Sendai poco antes de que el ciclón Pam arrasara el archipiélago de Vanuatu. España estuvo representada políticamente por el subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera, y el director general de Protección Civil y Emergencias, Juan Díaz.

Después del tsunami que asoló el sudeste asiático a finales de 2004, un total de 168 países firmaron en 2005 el Marco de Acción de Hyogo, un plan internacional de 10 años para favorecer la resiliencia de las comunidades ante los riesgos de desastres naturales, y en Sendai estaba previsto aprobarse una nueva declaración, como así ha sido.

El acuerdo de Sendai, recogido por Servimedia, tiene como objetivo principal conseguir en los próximos 15 años “la reducción sustancial del riesgo de desastres y pérdidas de vidas, medios de subsistencia y la salud, y los bienes físicos, sociales, culturales y ambientales de las personas, las empresas, las comunidades y los países”.

Para ello, los países firmantes se comprometen a prevenir la aparición de nuevos riesgos de desastres y reducirlos con la “aplicación de medidas integradas e inclusivas de índole económica, estructural, jurídica, social, sanitaria, cultural, educativa, ambiental, tecnológica, política e institucional que prevengan y reduzcan la exposición a los peligros y la vulnerabilidad a los desastres, aumenten la preparación para la respuesta y la recuperación y, de ese modo, refuercen la resiliencia”.

SIETE METAS

El acuerdo de Sendai incluye siete metas para conseguir este propósito, entre ellas una reducción sustancial de la mortalidad mundial causada por los desastres entre 2020 y 2030 en comparación a la registrada entre 2005 y 2015, una reducción también sustancial de las personas afectadas en ese mismo periodo y que bajen las pérdidas económicas causadas directamente los desastres en relación con el PIB mundial para 2030.

Las otras metas son reducir los daños en las infraestructuras esenciales, especialmente las sanitarias y las educativas para 2030; aumentar el número de países que cuentan con estrategias nacionales y locales de reducción de desastres para 2020; mejorar la cooperación internacional para los países en desarrollo para 2030, e incrementar la disponibilidad de sistemas de alerta temprana de peligros múltiples y de información y evaluaciones en relación con el riesgo de desastres para las personas para 2030.

Además, el acuerdo de Sendai recoge cuatro prioridades de acción: comprender el riesgo de desastres, fortalecer la gobernanza para gestionarlos, invertir en ellos para fomentar la resiliencia y aumentar la preparación para casos de desastre a fin de dar una respuesta eficaz y “reconstruir mejor” en el ámbito de la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción”.

El documento señala que debe adoptarse “un enfoque preventivo del riesgo de desastres más amplio y más centrado en las personas”, de manera que los gobiernos deben lograr la participación de las mujeres, los niños y los jóvenes, las personas con discapacidad, los pobres, los migrantes, los pueblos indígenas, los voluntarios, la comunidad de profesionales y las personas mayores a la hora de desarrollar políticas, planes y normas.

A este respecto, apunta que “las personas con discapacidad y sus organizaciones son fundamentales en la evaluación del riesgo de desastres y en el diseño y puesta en práctica de planes adaptados a requisitos específicos tomando en consideración, entre otros, los principios de diseño universal”.

NEGOCIACIONES MARATONIANAS

La presidenta de la Conferencia de Sendai, Eriko Yamatani, que es ministra para la Gestión de Desastres de Japón, fue la encargada de anunciar el acuerdo sobre un texto que necesitó de una ronda final de maratonianas negociaciones que se prolongaron durante más de 30 horas consecutivas, según señaló la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr, en sus siglas en inglés).

"La adopción de este nuevo marco para la reducción del riesgo de desastres abre un nuevo e importante capítulo en el desarrollo sostenible, ya que describe objetivos y prioridades claros de actuación que conducirán a una reducción sustancial del riesgo de desastres y pérdidas de vidas, medios de vida y salud”, apuntó Margareta Wahlström, jefa de la Unisdr.

A la III Conferencia Mundial sobre la Reducción del Riesgo de Desastres acudieron más de 6.500 participantes, entre ellos unos 2.800 representantes de gobiernos de 187 gobiernos. El foro público de esta iniciativa tuvo alrededor de 143.000 visitantes durante los cinco días, con lo que ha sido uno de los mayores encuentros organizados por la ONU en Japón.

(SERVIMEDIA)
18 Mar 2015
MGR/gja