La mayoría de los niños, de entre 3 meses y 12 años, estaban en condiciones emocionales muy malas y uno de los bebés tuvo que ser hospitalizado, aunque actualmente todos se hallan en un buen estado de salud, según informó hoy Aldeas Infantiles SOS.

El sábado pasado, el director del Instituto de Bienestar Social de Haití solicitó la ayuda de Aldeas Infantiles SOS para admitir a los 33 niños que fueron detectados en la frontera con República Dominicana y que 10 ciudadanos estadounidenses intentaban sacar de Haití en nombre de la organización Nueva Vida.

Según los empleados de la Aldea en Santo, los niños estaban agotados, hambrientos y sedientos. Miembros de la Cruz Roja Dominicana ofrecieron asistencia sanitaria a los menores, en tanto que los equipos de Aldeas Infantiles SOS se han encargado de su cuidado y protección.

Aunque el apoyo psicológico no ha podido ser facilitado por falta de recursos humanos, uno de los voluntarios se encarga de organizar terapia de grupo y los adolescentes de la Aldea han formado equipos para recuperar la normalidad de los niños.

Algunos de estos niños rescatados tienen padres a los que se había persuadido con pretextos falsos para entregar a sus hijos. De hecho, una niña de ocho años pensó que su madre había concertado unas vacaciones para ella.

Este testimonio fue contrastado con una madre que acudió a recoger a sus hijos y que mostró a Aldeas Infantiles SOS una carta de Nueva Vida con el siguiente texto: "Tenemos un hermoso lugar para vivir con un campo de fútbol, piscina, muy cerca del mar. Contamos con la autorización del Gobierno para llevar a los niños y bebés de hasta 10 años a estos orfanatos de República Dominicana. Los familiares y amigos pueden visitarlos y ver el funcionamiento en nuestra página web".

Por razones de seguridad, el acceso a la Aldea Infantil SOS de Santo se controla estrechamente, todos sus empleados llevan pegatinas y los niños portan pulseras con su identidad.