Durante su intervención en el citado encuentro informativo organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, Franco matizó que este nuevo impuesto sobre las grandes fortunas busca “que se tribute en base a la riqueza real” y eliminar las vías de “elusión” que tenían el resto de impuestos de patrimonio y que “todo el mundo reconoce”. Por ello apuesta por una “reforma de este impuesto de patrimonio” y no por eliminarlo.

En su intervención, Franco reconoció que los ingresos “no son suficientes” para mantener y ofrecer un sector público eficiente, por lo que apostó por luchar contra el fraude fiscal y recuperar la “exigencia de una mayor tributación sobre la riqueza” que está en su opinión “desaparecida del mapa”. La razón es que “se han antepuesto los intereses de los grandes poderes económicos”

“No se puede dejar de lado a los sectores más vulnerables y debemos garantizar unos ingresos mínimos y una atención para todos” opinó. Además Franco hizo hincapié en que no se puede “sacrificar” determinados colectivos, personas de edad o discapacitados y que sus condiciones de vida sean las primeras que sufran los recortes. Por ello, la diputadade Hacienda y Finanzas de Guipúzcoa defendió una economía “más humana y solidaria que nos retrate ante el mundo”.

Además, Franco abogó por “redistribuir y reequilibrar” la correlación entre las rentas de trabajo y las de capital, en este punto recordó la propuesta de su grupo para la implantación de un nuevo impuesto sobre las ganancias de las empresas con el objetivo de reforzar el tejido productivo “real, el empleo”, mediante un fondo de inversión propio de las empresas. Esta reforma no prosperó y se lamentó de que “todos hemos salido perdiendo”. Aun así se mostró convencida de que el futuro “debe ir por esa vía”.

Franco valoró el gasto que se hace en políticas sociales, ya que tienen evidentes consecuencias macroeconómicas, ya que “además de crear empleo repercuten directamente en el consumo, lo que incentiva la demanda interior”.