Los pediatras piden modificar las cápsulas de detergente líquido por su parecido a los caramelos
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El Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones no intencionadas en la Infancia de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha elaborado un documento en el que advierte de la peligrosidad de las cápsulas de detergente líquido que se comercializan para el lavavajillas y la lavadora por su diseño atractivo y parecido a los caramelos.
La AEP señala que estas cápsulas pueden producir intoxicaciones muy graves en los niños asociadas a su ingesta o por el contacto con las mucosas y solicita que modifiquen su presentación por tratarse de productos de gran atractivo para los niños por sus colores vivos y brillantes, además de peligrosos, ya que están rodeados por una película plástica que puede deshacerse fácilmente vertiendo el detergente concentrado.
La asociación subraya que los resultados de varios estudios muestran que las cápsulas de detergente pueden producir lesiones por ingestión y por contacto con la piel o con los ojos, como irritación de mucosas, edema pulmonar, coma y, en algunos casos, fallecimiento. De hecho, recuerda que los productos de limpieza suponen, por detrás de los medicamentos, la segunda causa de lesiones accidentes en los niños por intoxicación o envenenamiento.
Asimismo, explica que la capacidad de las cápsulas de disolver rápidamente el detergente provoca que si un niño lo muerde o se lo introduce en la boca, de forma instantánea se derrame el contenido que, al ser líquido, actúa de forma inmediata. Además, los pediatras alertan del peligro adicional que tienen estos productos en su presentación ya que al comercializarse en colores vivos, brillantes y con apariencia y tamaño similar al de los caramelos y ‘chucherías’ son aún más atractivos para los niños.
NORMATIVA ESPECÍFICA
Para la AEP, si bien en el etiquetado de estos productos consta la recomendación de ‘mantener fuera del alcance de los niños’, en las cápsulas de detergente líquido esta advertencia no es suficiente para evitar el peligro.
Por ello, los pediatras subrayan que los fabricantes tienen la obligatoriedad de cumplir la normativa específica del comercio de detergentes y limpiadores destinada a evitar que el niño se sienta atraído por ellos.
En concreto, el Real Decreto 770/1999 recoge la Reglamentación técnico-sanitara para la elaboración, circulación y comercio de detergentes y limpiadores, y figura literalmente en el artículo 8, punto 4: “no se permiten productos que tengan una forma, un olor, un color, un aspecto, una presentación, un etiquetado, un volumen o un tamaño, tales que sea previsible que los consumidores, en particular los niños, los confundan con productos alimenticios y por ello los lleven a la boca, los chupen o los ingieran”.
(SERVIMEDIA)
29 Ene 2015
BCR/gja