Así se pronunció el Rey en la conmemoración del Día Oficial de la Memoria del Holocausto, que ha tenido lugar en el Senado. En este acto estuvo acompañado por el presidente de la Cámara Alta, Pío García-Escudero; el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo; el ministro de Justicia, Rafael Catalá, y el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert.

También asistieron la embajadora en Misión Especial para la Alianza de Civilizaciones, Belén Alfaro; el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub; el presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez Heredia, y la delegada en Madrid de la Amical de Mathausen, Concepción Díaz Berzos, entre otras personas.

Felipe VI afirmó que judíos y gitanos de diferentes nacionalidades, creyentes de todas las religiones, luchadores por la libertad de todos los países, personas con discapacidad “sufrieron una brutal agresión ajena a toda referencia de humanidad”.

HÉROES Y VÍCTIMAS ESPAÑOLAS

En el acto se recordó el 70 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Ello le sirvió al Rey para insistir en que acontecimientos recientes en “un país tan querido y cercano como Francia” sirven para recordar que “la barbarie puede surgir en el momento y la forma más inesperada, y que ninguna sociedad está definitivamente protegida frente a la sinrazón”.

En ese sentido, el Rey manifestó que España aportó “héroes, pero se desangró con las víctimas”, recordando a los miles de sefardíes asesinados en los campos y a los “exiliados republicanos españoles” que el próximo mes de mayo conmemorarán el 70 aniversario de su liberación del campo de Mathausen.

Ambos colectivos, según Felipe VI, son “hermanos de patria y de desdicha que sufrieron las aristas de un tiempo abominable”.

Por otra parte, el Rey homenajeó a los siete españoles que figuran como Justos entre las Naciones, un “regalo” para un país como España que con su “grandeza y valentía hicieron prevalecer el principio de humanidad”.

Por último, se refirió a los supervivientes del Holocausto que se encontraban presentes en la Cámara Alta, quienes “iluminan la solemnidad de este acto. Su presencia nos honra, su experiencia nos conmueve, y su voz nos alienta” para extraer una “conclusión definitiva”: que se haya aprendido la lección de la Historia para que “jamás, jamás algo así pueda volver a suceder”.