Para el Cermi, que ha participado activamente a través de la Plataforma del Tercer Sector (PTS) en las negociaciones que han dado como resultado esta iniciativa, disponer de una ley reguladora del tercer sector proporciona identidad, estabilidad y apoyos para que la pulsión solidaria que encauzan las entidades sociales opere con más intensidad en las causas que están detrás de la pobreza, la exclusión y la desigualdad.

A su juicio, se trata de una ley necesaria, que se ha hecho esperar demasiado tiempo. Para es colectivo, cuando la norma se apruebe permitirá liberar el gran potencial de transformación social que encierra la participación de la ciudadanía comprometida y organizada.

Asimismo, el Cermi espera que el inicio de la tramitación de la iniciativa legislativa sirva, a través de la formulación de aportaciones, para ampliar y mejorar determinados aspectos del anteproyecto. Por esto pide a las fuerzas políticas y a los grupos parlamentarios voluntad de consenso y compromiso para sacar adelante una norma que ahonda en la democracia social.