Siete españoles están reconocidos como Justos entre las Naciones en el museo Yad Vashem de Jerusalén

JERUSALÉN
SERVIMEDIA

Siete ciudadanos españoles están reconocidos como Justos entre las Naciones en el museo Yad Vashem de Jerusalén, un espacio de recuerdo y homenaje a las víctimas del Holocausto nazi, por contribuir a salvar la vida de aquellos judíos perseguidos por el régimen de Adolf Hitler.

Estos españoles son el diplomático Ángel Sanz-Briz, que fue reconocido como tal en 1966; el agregado de Agricultura de la Embajada de España en Berlín durante la Segunda Guerra Mundial, José Santaella, y su esposa, Carmen Waltraut Santaella, reconocidos en 1988; el también diplomático Eduardo Propper de Callejón, reconocido en 2007; la tejedora Concepción Faya Blasquez, reconocida en 2011; y el refugiado español en Bélgica Martín Aguirre y Otegui, reconocido en 2011; y el embajador Sebastián de Romero Radigales, .

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, recordó durante su visita al museo a aquellos españoles a aquellos ciudadanos que salvaron la vida de familias judías durante la Segunda Guerra Mundial, “haciendo válida la cita de la Torá: quien salva una vida, salva el mundo”.

SALVANDO VIDAS

Sanz-Briz fue nombrado encargado de negocios de la legación española en Budapest (Hungría) en el verano del año 1944. En el momento en el que dieron comienzo las persecuciones de judíos húngaros ofreció en nombre de su gobierno pasaportes a judíos que acreditaran tener pasado español, y negociar su protección con las autoridades del país magiar.

Sanz-Briz recibió la autorización para salvar a 200 judíos españoles, pero amplió esa cifra por su cuenta a otras 200 familias más, incrementando ese cupo una y otra vez. Del mismo modo, acogió a judíos en edificios costeados por él bajo el paraguas de la bandera española. También instó a la Cruz Roja Internacional a que ubicara letreros en español en hospitales, orfanatos y maternidades con el propósito de proporcionar protección a aquellos judíos que estaban allí.

El matrimonio Santaella salvó de la muerte a tres mujeres judías. La pareja, evacuada en el año 1943 junto a sus cuatro hijos a una casa de huéspedes situada en las proximidades de Berlín, dieron refugio a Gertrude Neuman, una costurera que trabajaba para ellos. Ésta les recomendó contratar a Ruth Arndt, una enfermera pediátrica, para que cuidara de sus hijos. Más tarde, el matrimonio llevó a la casa a la madre de Ruth, a quien emplearon como cocinera.

Propper de Callejón era un diplomático de alto rango en la embajada española de París. La invasión alemana de la capital gala en 1940 provocó que muchas personas huyeran ante la inminente llegada de los invasores alemanes. Miles de refugiados se agolpaban en los caminos en dirección al sur del país. Ante esta situación, decidió abrir la legación y emitir visado. Entre el 18y el 22 de junio de 1940 no paró de hacerlo, desobedeciendo la orden de no hacerlo sin permiso del Ministerio de Relaciones Exteriores español. Continuó su cometido cuando la legación se trasladó a Vichy Finalmente fue enviado por el jefe de la diplomacia española, Ramón Serrano Suñer, a Marruecos en marzo de 1941.

Faya Blásquez acogió en Francia en 1941, donde trabajaba como tejedora, a una madre y sus dos hijos cuando el cabeza familia fue detenido y deportado a un campo de concentración. Aguirre y Otegui salvó del Holocausto a una veintena de niños judíos perseguidos por el régimen nazi.

EJEMPLO EN LA TORÁ

Por último, Romero Radigales llegó como embajador a la legación de Atenas en 1943 cuando los nazis habían ordenado la deportación de todos los judíos de Salónica a Auschwitz. Por pragmatismo los alemanes exceptuaron de la persecución a aquellos que contaran con la nacionalidad italiana y española. Los primeros se salvaron y volvieron a Italia, mientras que los segundos se toparon con las reticencias del régimen franquista de permitirles ser repatriados.

A pesar de las órdenes del ministro de Exteriores de la época, Gómez-Jordana de mantener una actitud pasiva, Romero Radigales se ocupó en negociar con las autoridades alemanas y españolas la repatriación de 510 judíos en Salónica. El día 13 de agosto de 1943 un grupo de 637 judíos poseedores de la nacionalidad españoles llegaron al campo de Bergen-Belsen. Finalmente, las autoridades de España cambiaron su posición y permitieron el traslado de los judíos a Marruecos.

Romero Radigales también ayudó a los judíos atenienses, intervino ante los alemanes para que pusieran en libertad a aquellos retenidos en el campo de Haidari, y conservó las pertenencias de los que fueron detenidos para asegurarse de que les fueran devueltas a ellas o a sus legítimos herederos.

Todas estas personas y otras de distintas nacionales son recordadas en el espacio destinado a los Justos entre las Naciones del museo Yad Vashem de Jerusalén, elevando a la máxima expresión, en palabras de Margallo, la cita de la Torá: “aquel que salva una vida es como si salvase al mundo entero”.

(SERVIMEDIA)
18 Ene 2015
MST/gja/pai