“Después de reunirme con multitud de entidades sociales, algunas de ellas integradas por vecinos de origen africano, la pregunta es siempre la misma: ¿Por qué el famoso Rey negro es un blanco disfrazado cuando Madrid es una ciudad multicultural y multirracial? Son cosas que no se entienden”, se pregunta Carmona, para quien estas situaciones denotan la existencia de unas rémoras sociales y culturales en el Ayuntamiento.

Carmona aboga por elaborar un “diseño participativo de estas fiestas” que, además, “apoye las iniciativas vecinales y de barrio, y no se concentre sólo en una lujosa cabalgata o en actos en determinadas zonas de la capital, sino que se apoyen y estimulen las múltiples actividades que desde la sociedad civil se plantean por estas fechas”.

Este modelo de celebración será el que impulse “si se cumplen los pronósticos electorales”, lo que resulta “siempre más enriquecedor, más integrador, ya que las navidades son una excelente ocasión para cohesionar la ciudad, para avanzar en la integración entre los vecinos nacidos aquí y los madrileños de adopción”.