El volumen de activos puestos en el mercado bajo esta calificación supone el triple de la cifra negociada en 2013, y los expertos esperan que alcance los 100.000 millones de dólares en 2015, de acuerdo con la información facilitada por esta organización internacional.

Desde 2007 se han producido un total de 276 emisiones de bonos verdes en los distintos mercados de valores de todo el mundo, siendo 2010 el año con un mayor número de emisiones de este tipo, con 53, seguido por 2013 con 46, 2011 con 30 y 2012 con 22 emisiones de este tipo de herramientas de financiación.

Para Sean Kidney, director ejecutivo de la Iniciativa de Bonos Climático, que intervino en la Cumbre Sobre el Clima que está celebrándose en Lima, “desde que la Iniciativa se puso en marcha en 2009 una de nuestras líneas de trabajo clave ha sido la identificación de este tipo de bonos. Y se ha constatado una creciente demanda por parte de los inversores”.

Precisamente, hace una semana la Bolsa de Oslo anunció la creación de un registro específico. Los responsables de dicha bolsa han puesto de manifiesto cómo el dinero recaudado mediante la emisión de bonos verdes o certificados debe ser utilizado en proyectos con impacto medioambiental positivo.

Entre las condiciones necesarias para su inclusión, es necesaria una segunda opinión sobre el proyecto. “Exigimos que se haga pública esta segunda opinión sobre el proyecto para que los inversores puedan entender los aspectos ambientales del mismo”, dijo Per Gunnar Olstad, gerente senior de venta de dicha entidad.

Este mercado de valores contará con dos registros de bonos verdes: uno para los bonos y certificados enumerados en la propia bolsa y un segundo para el resto de países nórdicos, ABM, que estará listo a partir del 29 de enero próximo.