El CSN evalúa los requisitos para la renovación de Garoña y actuará con “máxima independencia”

- El organismo publicará el informe de autorización previa del ATC antes que el de construcción

MADRID
SERVIMEDIA

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se encuentra evaluando la documentación remitida por Nuclenor tras los requisitos adicionales exigidos por el consejo ante la solicitud de renovación de explotación de la Central Nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) hasta el año 2031, sobre la que actuará con “máxima independencia y transparencia”.

Así lo señaló este miércoles el presidente del CSN, Fernando Martí, durante su intervención en la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados, en la que señaló que en la actualidad la evaluación de la información remitida por la propietaria de la central, Nuclenor, al expediente informativo del CSN se encuentra en “fase de estudio y posicionamiento” por parte de los servicios técnicos del consejo.

“Es una cuestión relevante desde punto vista técnico”, pero “para este consejo no supone una novedad”, apuntó Martí, quien recordó que el CSN remitió al titular el pasado 30 de julio una instrucción técnica complementaria con requisitos adicionales.

En cualquier caso, el CSN actuará en este asunto “con todo el rigor técnico y la máxima independencia y transparencia”, aseveró después de que el Consejo de Administración de Nuclenor, participada por Iberdrola y Endesa, solicitara a finales de mayo la renovación de la autorización de explotación de Garoña hasta 2031, por lo que la planta atómica alcanzaría los 60 años de edad en funcionamiento. La actividad de la central, la más antigua de España, permanece paralizada desde diciembre de 2012.

ALMACÉN CENTRALIZADO

Por otra parte, Martí, quien presentó en la Cámara Baja el informe del organismo correspondiente al año 2013, también se refirió al proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca).

El presidente del CSN recordó que el consejo acordó el pasado mes de julio que el contenido del estudio de impacto ambiental presentado por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) era “aceptable”.

En la actualidad, el consejo se encuentra en fase de estudio para la emisión del informe preceptivo para la solicitud de autorización previa o de emplazamiento, así como para la solicitud de construcción.

Para la autorización previa, la valoración del CSN se centra en la documentación presentada por Enresa que contempla una declaración de necesidades que se trata de satisfacer, una memoria descriptiva de elementos de construcción, un estudio del emplazamiento, la descripción de las obras prelimiinares, sucesos meteorológicos extremos y otros riesgos potenciales como terremotos.

Mientras, para la autorización de construcción se concentra en lo relativo al proyecto de instalación, el presupuesto y financiación, el plazo de ejecución y un estudio preliminar de seguridad, explicó Martí.

Según la programación, Martí detalló que el informe correspondiente a la autorización previa se emitirá con anterioridad al de la autorización de construcción, lo que permitirá a Enresa “realizar las labores necesarias antes de iniciar la construcción propiamente dicha”.

SUCESO EN VANDELLÒS

Asimismo, Martí respondió a una cuestión del grupo de La Izquierda Plural sobre el aumento de la presión del gas radiactivo en el sarcófago de la central de Vandellòs I (Tarragona), sobre lo que aclaró que el hecho “no tiene ninguna significación ni consecuencias radiológicas” para los trabajadores, el medio ambiente y la población.

A este respecto, explicó que en la instalación no hay elementos combustibles, puesto que fueron enviados a Francia, ni neutrones ni reacciones nucleares, sino que “solo quedan en su interior bloques de grafito”.

En una reciente inspección rutinaria se constató una tendencia al aumento de la presión de la atmósfera del interior del cajón del reactor, que se halla “estanco”, si bien Martí subrayó el “correcto comportamiento” de las instalaciones.

El presidente del CSN presentó en la Cámara Baja su informe anual del año 2013, en el que se informa del correcto comportamiento de las instalaciones reguladas por el organismo, no habiendo supuesto ningún riesgo ni para las personas ni para el medio ambiente.

En 2013 se llevaron a cabo 190 inspecciones, y las centrales de Ascó I y II, Cofrentes, Vandellòs II y Garoña permanecieron todo el año “dentro de la normalidad”, mientras que las dos unidades de Almaraz y Trillo precisaron de “especial atención”, pero “en ningún caso afectaron a la seguridad”. Para principios de 2015 el organismo pondrá en marcha una nueva web y acometerá acciones para comunicar su labor a la ciudadanía.

(SERVIMEDIA)
03 Dic 2014
SMV/caa