En la actualidad, el proyecto en el que participan empresas españolas y una universidad griega se encuentra en fase de experimentación a nivel de pruebas de laboratorio, para su posterior escalado industrial.

La propuesta de LIFE ClayGlass consiste en sustituir la arcilla que se emplea para la fabricación de ladrillo de gres por vidrio reciclado como fundente.

Con la confirmación de la viabilidad del proyecto se conseguiría reducir la temperatura de cocción debido a que comienza a fundirse a temperaturas inferiores, lográndose un ahorro energético de entre un 10% y un 15%. Con ello también se reducen las emisiones de CO2 de efecto invernadero en torno a 2.000 toneladas por año en una fábrica de tamaño medio.

Además, permitiría disminuir la explotación de una materia prima virgen como la arcilla y se daría salida a un tipo de vidrio reciclado, dado que una fábrica de tamaño medio podría utilizar 30 toneladas al día de este residuo.

El vidrio utilizado en estas pruebas procede de pantallas de ordenadores, pantallas y conos de TRC (Tubos de Rayos Católicos) de los antiguos televisores, de lunas y parabrisas de vehículos, y también del vidrio que se tira mezclado con restos orgánicos, todos ellos residuos que hoy por hoy no se aprovechan y acaban en los vertederos.

LIFE ClayGlass es un proyecto financiado por la Comisión Europea. El consorcio está integrado por Aitemin (Asociación para la Investigación y el Desarrollo Industrial de los Recursos Naturales) como socio líder del consorcio; y por Cerámicas Mora, Asociación Reinicia, Universidad Aristóteles de Tesalónica (Grecia) y Reciclajes Pozo Cañada.

El total de las ayudas destinadas por la Comisión Europea a los proyectos LIFE en esta convocatoria ha sido de 276.710.000 euros, sumando todas las categorías.