Los autores de la investigación estiman que un 13 por ciento de las muertes ocurridas en la región son atribuibles al consumo de tabaco (18,5 por ciento entrelos varones y un 7 por ciento entre las mujeres), que provoca enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y cáncer de tráquea, bronquios y pulmón.

Sin embargo, a pesar de este consumo elevado, entre 1987 y 1993, se ha producido un "favorable cambio de patrón" en la frecuencia de este hábito, señala el estudio.

"Se observa como en los jóvenes entre 16 y 24 años existe una importante disminución del número de fumadores. Este descenso, que se produce en ambos sexos, es especialmente importante en as mujeres, que han pasado de fumar en mayor proporción que los hombres en 1987, a situarse casi al mismo nivel en la actualidad", explican sus autores.

Otro dato que destaca del trabajo de Salud es el crecimiento del número de personas que abandonan el tabaco, un 19 por ciento, tres puntos y medio por encima de la tasa registrada en 1987.

"El Consumo de Tabaco en la Población de 16 a 44 años de la CAM. Evolución entre 1987 y 1993", reconoce que, en este periodo de tiempo, el porcentaje de fumadoes que más ha descendido es el de los varones de entre 16 y 24 años (en 1987 representaban el 50,5 por ciento mientras que en 1993 era del 42,9 por ciento).

Por el contrario, el tramo de edad entre 25 y 44 años siguen con los mismos hábitos tabáquicos más o menos que hace seis años (61 por ciento en 1987 y 57,9 por ciento en 1993).

Entre las mujeres, las más jóvenes (16 a 24 años) fuman menos ahora que en 1987 (61,6 por ciento antes y 47,6 por ciento en 1993) y las del grupo de más edad (25-44) l hacen más, ya que hace 6 años representaban el 38 por ciento y ahora el 50,9 por ciento.

"El cambio más importante se produce en la población femenina, que en 1987 presentaba un patrón inverso al de los hombres, con mayor consumo en el grupo de menor edad. De hecho, en el grupo de 16 a 24 años fumaba el 61 por ciento de las chicas frente al 50 por ciento de los chicos; mientras que en el grupo de 25 a 44 años lo hacía el 38 por ciento de las mujeres y el 61 por ciento de los varones", resume el estudo.

Por otro lado, con relación al tabaquismo según el nível de estudios, en el periodo analizado por los técnicos de Salud se destaca que ha aumentado la proporción de fumadores y exfumadores entre las personas con estudios primarios, se han producido cambios mínimos en el grupo de bachiller y ha descendido de forma muy importante entre los universitarios.

En 1987, los fumadores con estudios primarios eran el 45,1 por ciento, los bachilleres el 52,7 por ciento y los universitarios el 58,3 por cieto. En 1993 los porcentajes eran los siguientes: 55,4 por ciento (primarios), 51,8 por ciento (bachiller) y 45 por ciento (universitarios).

En el apartado "distribución del hábito tabáquico según ocupación" se observa que en 1993 ha habido una disminución de la prevalencia de tabaquismo en todos los grupos, excepto en el colectivo de tareas del hogar.

En 1987, los trabajadores ocupados y los parados eran los grupos con mayor porcentaje de fumadores (60,8 y 59,8 por ciento, respectivamente). En 193, el número de los que tenían ese hábito descendió levemente (56,9 por ciento entre los que trabajan y 56,1 por ciento entre los parados).

Los datos sobre "estudiantes " y "hogar" son los siguientes. En 1987, el porcentaje de fumadores alcanzaba el 42,6 por ciento y 6 años después representa el 36,9 por ciento. Con relación al segundo grupo, entre 1987 y 1993, el porcenaje de fumadores ha aumentado considerablemente (33,7 y 46,5 por ciento).

Para la realización de este informe se ha utilizado elgrupo de población entre 16 y 44 años en las dos encuestas, al que corresponde una muestra de 1.010 personas en 1987 y de 3.130 en 1993.