En un encuentro informativo, el titular de Exteriores reconoció que el fenómeno del terrorismo yihadista en general afecta a España como a todos los países pero quizás “un poquito más porque está en las puertas de casa”.

Preguntado por si la participación española en la coalición pasa por el envío de efectivos militares, García-Margallo aseguró que esa es una de las cuestiones “más lejanas” que se pedirá a España. No creo que sea la parte en la que España sea de las “más útiles". “Dudo que esa sea la petición prioritaria que se nos haga”, apostilló.

Una vez más, el ministro remarcó que España ya combate en varios puntos del mundo, como Afganistán, Mali o Somalia, el terrorismo yihadista incluso con efectivos militares. Señaló que el Gobierno desde "el primer momento" entiende que el terrorismo islamista es la “amenaza más grave, más compleja y más global a la que nos enfrentamos”, porque es capaz de ocupar territorios que pertenecen a otros estados, cambiar la delimitación de fronteras, y además "se ensaña con minorías religiosas”.

Es una amenaza que acusan principalmente los estados de Oriente Medio y "pone en riesgo la región" pero "nos afecta absolutamente a todos". Ante ello, dijo, "España no ha permanecido ociosa y de brazos cruzados".

Sobre la situación en Libia, en la víspera de la Conferencia política de Madrid entre países próximos a este país mediterráneo, afirmó que se está trabajando para evitar que la situación se deteriore porque existe un “riesgo de guerra civil abierta” o la “división del país en dos”.

En su intervención inicial, el ministro abordó la estrategia de política internacional que se está preparando entre el Ministerio y varios organismos, como el Real Instituto Elcano. Por primera vez se dotará España de una estrategia que pretende “fijar requisitos estratégicos claros” porque “cuando es clara, es previsible, fiable y reconocida”, aseguró. Se fijará así, dijo, la estrategia para los próximos cuatro años en materia de relaciones internacionales.

En esta línea, afirmó que “una potencia, por grande que sea, no puede aspirar a dirigir la humanidad”. “Se ha pasado de un mundo bipolar a multipolar” donde “las instituciones que heredamos no son suficientes”.

El jefe de la diplomacia española reconoció que la Unión Europea está “atravesando una gravísima situación” y que EEUU “es y será durante mucho tiempo una nación indispensable”. En este sentido, afirmó que Europa debe caminar hacia una verdadera unión dónde el Parlamento sea el representante de los ciudadanos, el Consejo de los Estados, y haya un tribunal de Justicia. La Unión Federal de Europa, dijo, se logrará cuando hay una verdadera unión de la deuda, tras aludir que los eurobonos no son más que una cuestión política porque suponen la delegación de competencias de cada estado al conjunto.

También abogó porque, en última instancia, el Banco Central Europeo sea como la Reserva Federal, un mero “prestamista”.

Ante los cambios en el escenario mundial hay que realizar un redespliegue del servicio diplomático español. “Hemos heredado servicio exterior que respondía al escenario del siglo XX, ahora hay que redesplegar para atender al escenario del siglo XXI”.

En clave interna, recordó que España, como país, es valorada como un magnífico país para vivir, para retirarse o para visitar pero no como país “sofisticado” en términos tecnológicos avanzados, pese a que se tiene grandes empresas punteras en esos campos.