En una entrevista concedida a Servimedia, Esteban se preguntó: “¿Es un partido legal o no es legal? ¿Está legalizado? Pues entonces, entra en el juego político”. Hacía este planteamiento después de que en Navarra estallará recientemente la polémica ante la posibilidad de que el PSOE presentara una moción de censura contra la presidenta, Yolanda Barcina, bajo sospecha de corrupción, con el respaldo de Bildu.

“Otra cosa”, dijo, “es que en la práctica sea más o menos fácil llegar a acuerdos con ellos porque la forma que tienen de hacer política es todavía muy diferente a la nuestra”, explicó. “Si con el resto de partidos mides tus fuerzas y calculas que voy a sacar 40 y tú 60; ellos quieren sacar 90 y tú 10. Tienen falta de rodaje, pero están legalizados”, insistió.

Sobre el fin del terrorismo en el País Vasco, el portavoz del PNV reconoció que “todos queremos que sea ya”, razón por la cual pidió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que “no siga dando excusas” a ETA “para que pueda teatralizar una desaparición por entregas”.

Si el Ejecutivo insiste en afirmar públicamente que “no les va a dejar moverse y que les va a detener”, la banda lo utilizará como excusa, pero si la actitud de Interior cambiara y “esto no existiera, se les acabaría la cantinela”. A su entender, “el Gobierno debiera tener mayor amplitud de miras y achicar el espacio a ETA”.

Esteban denuncia la falta de voluntad de diálogo del Gobierno para abordar el evidente problema territorial del Estado y recuerda que el vasco fue el primer Estatuto que se aprobó en democracia cuando aún “no había un desarrollo de la Constitución, ni interpretación del Tribunal Constitucional, ni estábamos dentro de la UE”, y explicitó que “vamos a explorar la posibilidad” de reforma.

Para el PNV, “es importante un reconocimiento de los símbolos de nación”, pero en este momento “no estamos hablando de un referéndum de independencia”, sino de buscar puntos donde “nos podamos encontrar todos” y “si la Constitución es un obstáculo”, deberá modificarse para lograr acuerdos.

“Qué de aquí a unos años podamos encontrarnos con un proceso como el de Cataluña, no lo sé. Pero si las puertas se van cerrando una tras otra intuyo que, en la medida en que la sociedad vasca lo quiera, podría llegar. Hoy por hoy estamos en un punto muy diferente, estamos cerrando heridas”.