Debate Nación. Rubalcaba sube el ánimo al PSOE

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha subido el ánimo de los socialistas en el Debate del Estado de la Nación y la sensación generalizada, no solo en la dirección federal, sino entre parlamentarios de base, incluso entre algunos que le han criticado en otras ocasiones, es que ha fortalecido al partido frente al Gobierno.

Así lo subrayaban los socialistas en los pasillos del Congreso después de asistir al debate entre Rubalcaba y Rajoy. Elena Valenciano, Eduardo Madina, Ramón Jáuregui, Trinidad Jiménez y otros parlamentarios, diputados y senadores, valoraban la intervención del secretario general convencidos de que el partido sale más fuerte de este debate.

Coinciden en que el debate ha servido para visualizar “dos realidades”, una la que ha descrito el presidente con datos macroeconómicos y otra la que, sin cuestionar esos datos, describe la situación de millones de ciudadanos a quienes ese inicio de recuperación de las grandes cifras aún no llega.

Algunos apuntan además que esa doble realidad coincide con una división ideológica que identifica al PP con los ciudadanos más pudientes que han sufrido menos los efectos de la crisis y de las medidas del Gobierno, y la clase media y baja especialmente castigada.

En el PSOE están convencidos de que el discurso de Rubalcaba ha reflejado la situación real y cotidiana de esos ciudadanos, que se han podido sentir identificados con su intervención en la tribuna.

Los socialistas subrayan que el presidente dejó abierto el flanco social en su primera intervención, al obviar asuntos muy importantes para los ciudadanos, como la sanidad, la educación, y también la reforma del aborto, que ni mencionó.

Creen que eso facilitó a Rubalcaba hacer un discurso en el que se siente “cómodo” porque puede subrayar posiciones “muy claras” en el PSOE, que llegan a su electorado y que además están siendo intensamente debatidas en la calle por algunas medidas del Gobierno.

Rubalcaba cautivó a los suyos, incluso a los más reticentes, al subir a la tribuna prácticamente sin papeles, solo con algún esquema y con varias páginas más en las que solo llevaba titulares de prensa y citas textuales que quería reproducir literalmente, entre ellas el polémico artículo que Mariano Rajoy publicó en el Faro de Vigo en 1983 en el que hablaba de los hijos de la “buena estirpe”.

Una “brillante lección de oratoria”, decían algunos. “La demostración de que es un político como la copa de un pino”, apuntaban otros, frente a un presidente que se comporta en la tribuna como un mero “notario” o un “contable” desgranando cifras sin sentimiento alguno.

El único “pero” que señalaban algunos históricos del PSOE es que el debate entre ambos concluyera sin que se pueda extraer una conclusión sobre asuntos importantes, como el reto soberanista en Cataluña o el necesario acuerdo contra la corrupción.

Sin embargo, incluso con esa salvedad disculpan a Rubalcaba y cargan las tintas sobre Rajoy, por entender que el líder socialista dejó clara su voluntad de acuerdo y fue el presidente el que, por ejemplo en el caso de Cataluña, se limitó a erigirse como único defensor de la unidad de España.

Los socialistas subrayan además que ni siquiera el previsible asunto estrella de la exposición de Rajoy, la propuesta fiscal, caló como el Gobierno pretendía, algo que achacan a la nula credibilidad del presidente para anunciar algo contrario a lo que lleva haciendo dos años.

También relativizan el anuncio de la `tarifa plana´ de cotización de 100 euros para los nuevos contratos indefinidos, porque creen que hay tanta precarización en el mercado laboral que a los empresarios “no les compensa” esa fórmula.

En conjunto, consideran que son varios los factores que hacen a este debate muy diferente del anterior, tanto para el Gobierno como para el PSOE. Sobre todo, el mayor desgaste del Ejecutivo por las medidas tomadas, y la labor de los socialistas durante este tiempo.

Creen que más de dos años gobernando restan a Rajoy credibilidad en el uso de la “herencia recibida” como argumento de respuesta a la oposición, frente a lo que ocurría al comienzo de la legislatura, y que la dirección del PSOE ha ido cumpliendo los objetivos que se marcó en el congreso federal inmediatamente posterior a la derrota electoral.

Por ello, concluyen, en este Debate sobre el Estado de la Nación se ha visualizado a un presidente gastado y sin sensibilidad para reconocer los efectos de sus propias medidas en los ciudadanos, frente a un líder de la oposición pegado a la realidad de la calle.

(SERVIMEDIA)
25 Feb 2014
CLC/gja