El de Yolanda es uno de los 22.000 casos de cáncer de mama que se detectan anualmente en España, donde, en 2012, el año en el que a ella le diagnosticaron la enfermedad, se registraron un total de 215.534 episodios de tumores malignos de todo tipo, según los últimos datos recogidos en 'Globocan 2012', el informe de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Iarc).

El mismo informe estima que los nuevos casos de cáncer se incrementarán alrededor de un 5 por ciento en España en 2015, cuando se contabilizarán unos 227.000 episodios, es decir, 11.500 más que en 2012, momento en el que empezó la batalla de Yolanda, quien espera que su situación haya mejorado para entonces.

Espera que el cáncer no se haya reproducido y confía también en poder disfrutar de una situación económica más desahogada que la actual, que les ha llevado, a ella y a su marido, a "vivir otra vez como novios", es decir, cada uno con sus padres y con uno de los dos hijos que tienen, contó a Servimedia.

Poco tiempo después de que le diagnosticaran el cáncer, su marido perdió el trabajo y, con ello, el piso, al no poder afrontar la hipoteca.

Además, cuando Yolanda se sometía al cuarto ciclo de quimioterapia, a Víctor, su hijo pequeño, le diagnosticaron un cáncer en la cabeza que les obligó a trasladarse a Barcelona, para que le operaran en el Hospital Vall d'Hebrón.

APOYO DE LA AECC

En esa época sobrevivieron, asegura esta mujer de 34 años, gracias al apoyo de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que les ofreció una de sus casas Ronald McDonal y una ayuda económica de 250 euros para pagar, entre otros gastos, el de los medicamentos que madre e hijo necesitaban.

"A la Asociación Española contra el Cáncer tengo que agradecerle todo", dice convencida Yolanda, porque además de techo y dinero, sus profesionales les brindaron, a ella y a su familia, apoyo psicológico en los momentos más difíciles.

Ese apoyo le sirvió, confiesa, entre otras cosas, para sortear mejor obstáculos como el del rechazo y el estigma que coloca la sociedad a los que son diferentes a la mayoría.

"Cuando mi hijo iba vendado, se apartaban como si tuviera la peste", recuerda esta mujer, que considera, por este motivo, que las autoridades deberían impulsar más campañas de sensibilización social sobre el cáncer.

CAMPAÑAS

Campañas, apunta, que ayuden, por ejemplo, a los empresarios a entender que alguien que ha tenido cáncer necesita trabajar, como los demás, y que puede hacerlo, aunque con algunas limitaciones.

Sin embargo, en este aspecto Yolanda es pesimista y no cree que pueda encontrar empleo. "En el momento en que vas a una entrevista y dices que has tenido cáncer, no te cogen", insiste convencida.

Aunque se considera fuerte y luchadora, esta leridana no oculta que lo ha pasado mal y que, a día de hoy, sigue sin tener la vida resuelta, puesto que las circunstancias han hecho que la familia tenga que separarse.

"Lo vas sobrellevando, pero cuesta, porque ves que no tiras para adelante", afirma, eso sí, justo antes de añadir que no se va a rendir y que el cáncer, del que también ha sacado una lección positiva, no va a poder con ella.

"Cuando tienes cáncer, aprendes mucho: a valorar las cosas, a ser menos egoísta, a vivir día a día", asegura esta mujer, que lucha para estar entre el 80% o más de las pacientes con cáncer de mama que lo superan.