El nuevo Instituto, que funcionará desde el primer semestre de 2010, integrará seis organismos ya existentes: el Centro de Ensayos de Torregorda, en Cádiz; el Centro de Investigación y Desarrollo de la Armada, y el Taller de Precisión y Centro Electrotécnico de Artillería, en Madrid; la Fábrica Nacional de La Marañosa y el Laboratorio Químico Central de Armamento, en San Martín de la Vega (Madrid); y el Polígono de Experiencias de Carabanchel (Madrid).

Con este proyecto, el Ministerio de Defensa aborda un proceso de racionalización, redefinición y reestructuración de las áreas tecnológicas, contribuyendo al desarrollo de la I+D+i nacional y de la Defensa en un nuevo marco de economía sostenible. Supone un paso hacia el concepto de activo único del I+D de Defensa, reduce significativamente los costes, aumenta la coordinación entre las actividades de I+D del Ministerio, y favorece la coordinación con otros agentes del ámbito del I+D nacionales e internacionales.

En el nuevo centro se potenciará, entre otras cosas, la investigación y el desarrollo en el campo de la protección ante riesgos nucleares, biológicos y químicos, así como aplicaciones optrónicas, láser, cortinas de humo multiespectrales o desarrollo de señuelos para misiles.

Para ello, el Instituto dispondrá de 138 laboratorios especializados, distribuidos en once edificios temáticos con oficinas, talleres, laboratorios e instalaciones de ensayos. En total, su campus central tendrá una superficie aproximada de 44.000 metros cuadrados, en la que prestarán servicio más de 800 personas (el 75 por ciento civiles y el 25 por ciento militares).

ÁREAS TECNOLÓGICAS

El nuevo Instituto estará integrado por varias áreas tecnológicas. La de Armamento se encargará del desarrollo, investigación, homologación y vigilancia del armamento y la munición para las Fuerzas Armadas, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y empresas del sector; y la de Electrónica del análisis, control y desarrollo de equipos electrónicos, sistemas rádar, guerra electrónica y sistemas robóticos.

Por su parte, el área de Metrología atenderá las necesidades de calibración y medidas de las Fuerzas Armadas e incluirá una unidad de factores humanos donde se modelizará y evaluará el comportamiento biométrico de los soldados para optimizar su comportamiento en los diversos escenarios de conflicto.

El de Defensa Nuclear, Biológica y Química y de Materiales investigará y desarrollará nuevos procedimientos de ensayo para la defensa, vigilancia y protección contra agentes considerados de “alto riesgo”.

Estos procedimientos acortan el tiempo de diagnóstico, incrementan la sensibilidad y mejoran la eficiencia de los procedimientos actuales. Asimismo, se investiga en materiales de interés para la Defensa, desde los llamados “energéticos”, como pólvoras y explosivos, a los “convencionales” como textiles, vidrios, cerámicas, etc.

A su vez, el de Optrónica y Acústica contará con unidades de investigación y desarrollo y de ensayo en nuevos sistemas y materiales. Se aplicarán a la micro y nanotecnología, a sensores optrónicos empleados en condiciones de baja o nula luminosidad, a la protección activa y pasiva de las unidades operativas ante contramedidas visibles, a la acústica atmosférica y submarina, etcétera.

El área de Plataformas trabajará para mejorar la eficacia actual de los vehículos terrestres o marítimo-terrestres, desarrollando sistemas de evaluación del entorno táctico y de amenazas, y optimizando su operatividad y logística.

Finalmente, el de Tecnologías de la Información, Comunicaciones y Simulación permitirá la evaluación y desarrollo de tecnologías contando con la infraestructura técnica y los procedimientos de experimentación para llevar a cabo las actividades de apoyo al desarrollo de nuevos conceptos operativos y la evaluación de tecnologías emergentes.