Estas peticiones quedan recogidas en el informe “Hacia un nuevo modelo energético”, presentado este miércoles en una jornada en Madrid y que resume dos años de trabajo realizado por WWF España, con la colaboración de la Fundación AXA, en el marco de la campaña “Asegurar el clima del futuro”.

En la presentación del informe, Raquel García, técnico de Energía de WWF España, apostó por “objetivos ambiciosos en energía y cambio climático” que continúen los compromisos para 2020 marcados por la UE y el Protocolo de Kioto.

En este sentido, indicó que la UE debe marcarse para 2030 las metas de reducir en un 55% la emisión de gases de efecto invernadero, que un 45% de las energías procedan de fuentes renovables y que la demanda energética baje un 40% mediante el ahorro y la eficiencia.

El informe de WWF pide a las administraciones españolas que desarrollen una política energética que promueva un marco regulatorio estable para las energías renovables y la eficiencia energética, e impulse el autoconsumo y el desarrollo de la generación distribuida en lugar de la centralizada.

Acabar con las subvenciones a los combustibles fósiles, como el carbón, y derivar las inversiones hacia las energías renovables en lugar de las importaciones de petróleo y gas; mantener las políticas de apoyo a la investigación en tecnologías renovables, la aplicación efectiva de medidas de ahorro y eficiencia energética en edificios, y la sensibilización ciudadana sobre las ventajas de las renovables para mejorar la competitividad y la dinamización de la economía son otras de las propuestas de WWF para la política energética española.

ENERGÍA 100% RENOVABLE EN 2050

Por otro lado, WWF plantea en su informe un modelo energético 100% renovable para 2050 basado en dos pilares: las energías renovables y el ahorro y la eficiencia energética.

En este sentido, recoge características que debería tener este nuevo modelo energético para 2050 en aspectos ambientales (acuerdos ambiciosos y vinculantes de reducción de emisiones de CO2 y el fin de la energía nuclear), sociales (fin de la pobreza energética), económicos (ahorro en la importación de combustibles fósiles y estabilidad en los precios de la energía), de seguridad (recursos autóctonos y diversificación de las fuentes de energía), normativos (estabilidad regulatorio y desarrollo a gran escala del autoconsumo) y técnicos (edificios inteligentes y electrodomésticos eficientes).

Por otro lado, la responsable del Programa de Cambio Climático de WWF España, Mar Asunción, señaló que la UE debe apostar por una reducción de las emisiones contaminantes de entre un 80 y un 95% para 2050 respecto a los niveles de 1990.

Para ello, recalcó que en 2030 tendrían que disminuir las emisiones un 55%, haber alcanzado una cobertura energética del 45% con renovables y lograr un 40% de eficiencia energética, e indicó que la propuesta que la Comisión Europea dará a conocer este miércoles, que supondría una bajada de las emisiones de entre un 35 y un 40%, es “insuficiente”.

Asunción criticó que la UE renuncie a su “liderazgo” en materia de lucha contra el cambio climático, subrayó que rebajar los objetivos supondrá “que estemos condenados a estrellarnos contra una pared”, y lamentó que la política energética del Gobierno español vaya “a contra corriente”.

Por su parte, el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, indicó que la lucha contra el cambio climático es “el gran reto del siglo XXI” y ante el cual “no hay tiempo que perder”, de manera que reclamó “allanar el camino” para que las renovables “sean una realidad”. “Apostar por las energías renovables no es una opción, es el único camino posible”, apostilló.