Así se recoge en unaenmienda transaccional al proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) propuesta por el PP y que este jueves han firmado todos los grupos.

Según el reglamento del Senado, la firma de todos los grupos era requisito imprescindible para que la propuesta pudiera ir a Pleno y votarse. Esta enmienda modifica el artículo 34.bis de la Lomce, donde se recogen las asignaturas de Bachillerato.

El artículo establece dos itinerarios (Humanidades y Ciencias Sociales) dentro de la misma modalidad de Bachillerato. En el primero, el Latín será materia troncal, mientras que los alumnos que escojan la segunda opción tendrán como asignatura obligatoria Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales.

Además, las comunidades autónomas y los centros podrán establecer bloques con las materias optativas del Bachillerato entre las que el alumno deberá escoger al menos dos, a fin de “facilitar su tránsito a los estudios superiores”.

LA POLÉMICA

La polémica generada con las Matemáticas surgió durante la tramitación parlamentaria del proyecto de ley, ya que en el texto que el Gobierno envío al Parlamento contemplaba dos Bachilleratos distintos, uno de Humanidades y otro de Ciencias Sociales.

Durante el trámite en el Congreso se incluyó una autoenmienda del PP que, al unificar ambas ramas, dejaba como asignatura troncal de modalidad el Latín y excluía, por lo tanto, las Matemáticas.

Asociaciones científicas y de profesores alertaron entonces de que un futuro alumno de Económicas o Empresariales podría pasar por el Bachillerato sin haber estudiado Matemáticas, y junto a los grupos de oposición pidieron al PP que modificase el texto en el Senado.

Inicialmente, los populares quisieron llegar a un acuerdo con el PNV para utilizar dos enmiendas de este grupo que enumeraban las asignaturas del Bachillerato y proponer así la reclasificación de las Matemáticas en el bloque de materias troncales.

Sin embargo, el PNV rechazó tal iniciativa ante la negativa del PP a aceptar el “contenido competencial” de las enmiendas, que en realidad pedían al Gobierno que consultase con las comunidades autónomas para elaborar el currículum de las asignaturas específicas.

“Nuestro rechazo no es por las Matemáticas, puesto que estamos a favor de que sean obligatorias”, sino hacia la pretensión del PP “de vaciar de contenido nuestra propuesta”, indicó la portavoz del PNV, Ruth Martínez.

El propio ministro de Educación, José Ignacio Wert, animó ayer a los senadores a llegar a un acuerdo, y avanzó que si no fuera posible, “existen otras herramientas, como los desarrollos reglamentarios”, pero insistió en que “de una forma u otra se solucionará”.

En sus intervenciones, los senadores de Entesa y CiU, Carlas Martí y Ramón Alturo, respectivamente, indicaron que si bien han firmado la enmienda, en absoluto comparten su contenido.

El primero afirmó que lo hacían porque “toda la comunidad científica nos ha pedido que salvemos las Matemáticas en el Bachillerato Humanístico”, aunque no es la solución ideal.

Por su parte, Alturo reivindicó la necesidad de que las Matemáticas fuesen obligatorias para los futuros estudiantes de Magisterio, Económicas, Empresariales, entre otras disciplinas, si bien advirtió que esta propuesta “cierra itinerarios y promoverá la especialización de centros” para ofrecer distintos Bachilleratos.

También el portavoz socialista, Vicente Álvarez Areces, apuntó que la solución de dos itinerarios no satisfacía las demandas de la comunidad científica. En su opinión, “todo lo ocurrido con las Matemáticas” demuestra “la forma tan chapucera en que se ha tramitado la ley”.

Por su parte, senadora del PP Ana González se felicitó por el acuerdo, aunque dijo estar segura de que “la propia organización de los centros y la responsabilidad de los profesores y alumnos habrían hecho imposible que ningún alumno que quisiese estudiar después Económicas no eligiera Matemáticas”.