Ampliación

Aznar presume de "equipazo" de ministros y lamenta que ahora "no se hace política suficientemente"

- Llama a recuperar una "mayoría social amplia" sobre la unidad de España

- Fidalgo dice ante Aznar que le "fastidia cuando salen cañonazos envenenados" contra Rajoy

MADRID
SERVIMEDIA

El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, presumió este jueves de haber montado un "equipazo" cuando estuvo en La Moncloa y lamentó que ahora "no se hace suficientemente política" porque algunos responsables públicos "renuncian a su ámbito de poder y decisión".

Aznar hizo estas declaraciones durante la presentación del libro "El compromiso del poder", la segunda parte de sus memorias políticas, junto al exministro Josep Piqué y el ex secretario general de Comisiones Obreras José María Fidalgo.

El expresidente del Gobierno estuvo acompañado por su mujer y alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y arropado por veteranos dirigentes del PP como Esperanza Aguirre, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Jaime Mayor Oreja y Juan José Lucas.

En cambio, ningún ministro de Mariano Rajoy ni dirigente de la cúpula actual del PP acudieron a la presentación de la obra. Los únicos representantes gubernamentales fueron los secretarios de Estado José Luis Ayllón, Gonzalo de Benito y Jaime García-Legaz, este último por su estrecha amistad y relación profesional con Aznar como ex secretario general de la Fundación FAES.

Delante de algunos de los hombres y mujeres que ocuparon altos puestos en sus gobiernos entre 1996 y 2004, Aznar presumió de haber reunido "un equipo bien conjuntado, bien cohesionado y armónico" cuando estuvo al frente de La Moncloa. "Aquello era un equipazo", sentenció. "Eran unos equipazos que funcionaron muy bien y produjeron muy buenos resultados.

Aznar reclamó que ahora hace falta hacer lo mismo "en un momento en el que la política está tan denostada". "Hoy hacer política es más importante que nunca y si algo podemos echar de menos es que no se hace suficientemente política".

Advirtió de que si no se hace toda la política que se debería es porque los políticos "a veces renuncian a su ámbito de poder y decisión y entonces ese ámbito es ocupado por otros poderes". "Al no hacer suficiente política, pasan algunas cosas", criticó.

LIDERAZGO INTERNACIONAL

El expresidente del Ejecutivo indicó que, bajo su mandato, nunca se conformó con que España estuviera "en la medianía de la clasificación" y trabajó para que el país estuviera "en la primera categoría" de la Unión Europea y del mundo.

Presumió de hacer conseguido que España diera "un salto espectacular" en sus ocho años de mandato, fruto de "un conjunto de acciones y colaboraciones".

Además, destacó que con él había "una idea de España como nación que no se discutía". "Se podía sentir de manera diferente pero no se discutía la idea nacional de España y que todos estábamos en un proyecto al servicio de la mejora de nuestro país".

En este sentido, apuntó que la sociedad en su conjunto "fue movilizada" para lograr objetivos nacionales como el Pacto Antiterrorista contra ETA, hasta el punto de que los agentes sociales se sumaron a aquel acuerdo.

"Ahora que se habla de secesión, de ruptura del pacto constitucional y de ruptura de la convivencia no hay que olvidar aquello porque fue un ejemplo", comentó en alusión al desafío independentista de la Generalitat de Cataluña.

Aznar aconsejó "tener cuidado de no perder aquello que ganamos" y criticó a quienes pretenden "dar una patada a la mesa del consenso constitucional" y que todos los españoles "paguen la factura" para encargar "una mesa nueva que no es la que la mayoría quiere".

Alertó de que se producirán "desgarros evidentes si no se ataja" esa amenaza, "que se debe atajar". En su opinión, el nacionalismo radical "no puede establecer condiciones" sobre el futuro del país e hizo un llamamiento a recuperar una "mayoría social amplia" como la de su mandato a favor de la unidad de España y de que el país vuelva a estar entre los primeros del mundo.

FIDALGO Y PIQUÉ

Por su parte, el exsecretario general de Comisiones Obreras José María Fidalgo presumió de tener una buena "amistad" con Aznar basada en un "conocimiento profundo" de lo que piensa cada uno y "nunca rehuir" los problemas que han tenido entre ellos.

Sin embargo, eso no le impidió afirmar delante del propio Aznar que le "fastidia" cuando al Gobierno de Mariano Rajoy "le salen de sus dominios algunos cañonazos envenenados" que cuestionan su gestión.

Fidalgo destacó del libro de Aznar el capítulo de los tentados del 11-M y la posterior derrota en las elecciones generales de 2004, que tildó de "muy amarga" y recomendó leer "sin impugnarlo desde la primera página".

A su juicio, es normal que el libro desprenda cierta amargura, propia de cuando uno sufre un "fracaso" en la vida. "Cuando te han enganchado, te han hecho una llave y te encuentras tumbado en el suelo", sentenció.

Fidalgo afirmó que entonces se produjeron "injusticias manifiestas" en España y advirtió de que si un país "no es capaz de repararlas tiene un poso" que no le gusta.

A modo de ejemplo, recordó el ambiente que se respiraba en el funeral de Estado por las víctimas del 11-M o en la boda de los Príncipes de Asturias, donde muchas personalidades evitaban saludar a Aznar y su mujer, Ana Botella. "Las sociedades decentes son aquellas donde nadie se siente humillado por nada", remachó.

El exministro de Industria y de Exteriores Josep Piqué puso el acento de su intervención en las relaciones diplomáticas que España mantuvo durante los mandatos de Aznar para recuperar un peso internacional y ponerse al frente de la Unión Europea.

Reconoció que Aznar es una "persona poliédrica" que en la segunda parte de sus memorias aprovecha para "reivindicarse a sí mismo" y demostrar que es un "patriota español".

Piqué definió la política como un "instrumento para cambiar las cosas, cambiar la realidad y cambiar la correlación de fuerzas" y destacó que Aznar siempre dirigió su política exterior a lograr que España pudiera hablar el primero en los órganos internacionales "sin subordinarse a los países fuertes".

Además, puso de manifiesto el "debilitamiento del eje franco alemán" desde la guerra de Iraq del año 2003 para psar a una "geometría variable" en la UE.

Piqué destacó que ahora todo el mundo piensa que en Europa manda Alemania y, en particular, Angela Merkel, pero apuntó que "una cosa es mandar y otra liderar". "El papel de liderar no lo juega ningún países pero tampoco las instituciones europeas", lamentó.

(SERVIMEDIA)
07 Nov 2013
PAI