En materia sanitaria, la ministra indicó que el Gobierno se encontró, al inicio de la legislatura, una deuda de más de 16.000 millones de euros, un gasto farmacéutico cinco puntos por encima de países como Alemania o Francia y una cartera de servicios “llena de grietas por las desigualdades y la falta de cohesión territorial”.

Según informó el PP en un comunicado, se constataron abusos, como los de quienes accedían a prestaciones como beneficiarios de pensionistas, a pesar de ser activos. Sin embargo, agregó, “nada se había hecho a favor de casi un millón de parados de larga duración que, pese a su difícil situación económica, tenían que pagar el 40% de aportación por sus medicinas”.

Además, manifestó que los profesionales se encontraban “desmotivados y sumidos en la incertidumbre, en un marco de desigualdades en función de las comunidades autónomas”. En suma, “desorden, descoordinación y mala gestión sanitaria”.

Frente a ello, señaló que el Real Decreto-Ley 16-2012 ha sido la pieza normativa clave “para que nuestra Sanidad haya iniciado la senda de la sostenibilidad”.

Respecto a los servicio sociales, apuntó que la situación de partida no era muy diferente, en especial en lo relativo a la Ley de Dependencia, aprobada entre todos y que “el PSOE ha intentado patrimonializar como algo suyo”, dijo.

En este sentido, comentó que el anterior Gobierno no supo dotarla económicamente para que fuera viable. El resultado, aseguró, fue una deuda con la Seguridad Social de 1.034 millones de euros y más de 300.000 personas en lista de espera, el 57% de ellos, grandes dependientes.

Mato afirmó que un año después de la reforma se ha garantizado su sostenibilidad, pero también se ha mejorado la transparencia en su gestión. En concreto, señaló que se ha simplificado el proceso, dando prioridad a los grandes dependientes. En 2012 se han incorporado 131.898 nuevos beneficiarios al sistema, y la lista de espera se ha reducido en 107.900 personas.