En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación transmitió sus condolencias a los familiares del fallecido y a las autoridades de Tanzania, país del que era originario el casco azul, así como a Naciones Unidas y a las autoridades del Congo.

El ataque del M23 que acabó con la vida del casco azul se produjo en el eje Kiwanja-Rutshuru, a 25 kilómetros de la ciudad de Goma, y ante la vuelta a la actividad armada de ese grupo el Gobierno español hizo un llamamiento al cese de la violencia y a la búsqueda de una solución estable y duradera al conflicto, que garantice la integridad territorial de la República Democrática del Congo.